Río de Janeiro, la ciudad más turística de Brasil, volvió a registrar este jueves una temperatura récord para el año, que llegó a los 42,6 grados centígrados y una sensación térmica de 53,3 grados en el barrio de Guaratiba.
Este viernes, apenas pasadas las 8 de la mañana hora local, la marca de 29 grados centígrados hace prever una jornada aún más caliente en el popular balneario sudamericano.
El intenso calor en la tarde de este jueves llevó a decenas de bañistas a refrescarse al comienzo de la noche en las playas, como las turísticas y emblemáticas Copacabana e Ipanema, ya sin la presencia del inclemente sol.
La Pedra do Aproador, famosa por la vista de sus atardeceres en Ipanema, volvió a reunir a centenas de personas para despedir en este día al astro rey.
La temperatura récord en 2023 se había registrado en la tarde del domingo en la estación Irajá, uno de los referentes climáticos de la ciudad, con 42,5 grados centígrados y una sensación térmica de 50,5 grados.
El servicio municipal de emergencias Alerta Río indicó que este viernes y durante el fin de semana las altas temperaturas continuarán con los termómetros por encima de los 40 grados y con lluvias moderadas en las horas de la tarde.
Un martes en el infierno
El suelo carioca hirvió desde la mañana de este martes, cuando el sistema Alerta Rio dio cuenta de la “mayor sensación térmica desde el inicio de los registros” en 2014, superando las mediciones máximas de febrero pasado, en torno de los 58 °C.
La temperatura trepó, en tanto, hasta los 39 °C, según el sistema de la alcaldía.
Sin embargo, no fue la ciudad carioca la “capital del infierno” más caliente del país. El pico se dio en Cuiaba, la capital del estado de Mato Grosso, donde los sensores marcaron 44,2 grados centígrados.
Aunque la población está aclimatada a este tipo de calor, con un promedio de 26 grados y picos por encima de 40 en todos los veranos, esta vez es llamativo que la primavera haya traído cotas tan elevadas.
De su lado, con 37,3 °C, Brasilia tuvo este martes la mayor temperatura del año y un máximo para noviembre desde el inicio de las mediciones, en 1962, informó Inmet.
El calor extremo también azotó a los paulistas, donde los termómetros subieron en promedio hasta 37,3 °C la tarde del martes, con una baja humedad en el aire, de 21%, de acuerdo con el Centro de Gestión de Emergencias Climáticas (CGE) municipal.
Dora, una artesana de 60 años que vende sus productos en la avenida Paulista, desarmaba bajo un sol abrasador su puesto cubierto con una sombrilla.
“Para los que trabajamos en la calle, es insoportable con ese calor. Intento llegar bien temprano para irme a esta hora (las 14:00 locales), porque después el sol pega y es peor”, dijo a la AFP la mujer, que pidió no publicar su apellido.
La mayor metrópoli de América Latina tuvo el lunes el segundo día más caliente de su historia, al registrar 37,7 °C, apenas por debajo de los 37,8 ºC registrados en octubre de 2014.