(Desde Montevideo, Uruguay) - Unas 40.000 personas fueron a ver a Roger Waters al Estadio Centenario de Montevideo cuando el ex artista de Pink Floyd visitó la ciudad en el marco de su gira Us+Them en 2018. Pero su llegada al país estuvo marcada también por actos políticos que, cinco años después, vuelven a ser cuestionados.
En noviembre de ese año, Waters visitó la sede del PIT-CNT, la central de trabajadores de Uruguay, donde dio una conferencia para demostrar su “defensa por Palestina y los derechos humanos”, como lo informó entonces la organización. Fue a la sede y dio una charla ante unas 350 personas en la que criticó el “lobby israelí”, al que diferenciaba del judaísmo.
En esa visita a Uruguay, Waters se definió como admirador de José Mujica y fue declarado visitante ilustre de Montevideo por la intendencia de la capital uruguaya. “Has reconocido en tu vida ser un actor protagónico en defensa de la libertad y la democracia. Una referencia ineludible de varias generaciones y constructor de un relato con las futuras generaciones”, lo elogió el entonces intendente interino, Óscar Curuchet.
Pero esa distinción ahora está cuestionada.
El diputado del Partido Colorado Felipe Schipani le envió una carta a la actual intendenta, Carolina Cosse, solicitando que se le quite el reconocimiento al músico que llega nuevamente al país para un concierto este viernes.
“Se ha manifestado públicamente como un activo promotor del boicot contra el Estado de Israel y ha difundido mensajes de odio y discriminación hacia el pueblo judío”, dice el texto que le dirigió a Cosse.
Schipani definió a la distinción entregada en noviembre de 2018 como una “afrenta a los valores democráticos, pluralistas y pacíficos” que caracterizan a Montevideo y a Uruguay. “Es una falta de respeto y solidaridad con la colectividad judía uruguaya, que ha contribuido al desarrollo social, cultural y económico de Montevideo desde hace más de un siglo”, escribió el legislador.
“Le solicito, por tanto, que reconsidere esta decisión y le retire la condición de visitante ilustre a Roger Waters, quien no merece tal reconocimiento por su condición de antisemita y su actitud hostil hacia una nación soberana y legítima como lo es Israel”, expresó. De hacerlo, Cosse estaría enviando una señal de que Montevideo “no tolera ni avala ninguna forma de discriminación, intolerancia o violencia”, dice el texto.
La llegada de Waters a Uruguay también fue cuestionada en otros ámbitos. Dos reconocidos hoteles de Montevideo, el Hyatt Centric y la cadena Regency, ejercieron su derecho de admisión y decidieron no recibir al artista británico luego de sus críticas hacia Israel, una medida similar a la tomada por los establecimientos argentinos Faena y Alvear.
El presidente del Comité Central Israelita del Uruguay, Roby Schindler, también se contactó con el Sofitel Montevideo solicitándole que rechace la reserva de un artista al que define como “misógino, xenófobo y antisemita”, según informó el programa 12 PM de Azul FM.
“Al recibirlo, usted será, aunque no lo quiera, propagador del odio que este señor destila y estará contribuyendo a aumentar la judeofobia en nuestro país”, le expresó Schindler en una carta.
Las autoridades de este hotel, ubicado en el barrio residencial de Carrasco, evitaron confirmar si Waters se alojará allí. Ante una consulta de El País, se ampararon en la confidencialidad que rige en la compañía. En 2018, el músico se había quedado en ese lugar.
La decisión de los dos hoteles de Uruguay de aplicar el derecho de admisión tuvo repercusiones políticas. El senador del Partido Nacional Sergio Botana defendió el rechazo: “Si Roger Waters tiene derecho a hacer antisemitismo en sus espectáculos, obviamente hay gente que tendrá derecho a no darle la bienvenida a su casa”, declaró el legislador.
El senador Daniel Caggiani, de la coalición opositora Frente Amplio, dijo que cree en la libertad de expresión y se diferenció de los “boicots comerciales y políticos”.