La policía brasileña detuvo el domingo a otro hombre sospechoso de tener vínculos con el grupo militante libanés Hezbollah, elevando a tres el número de detenidos sospechosos de estar implicados con el grupo, dijeron a Reuters dos fuentes con conocimiento del asunto bajo condición de anonimato.
No se reveló el nombre del detenido, arrestado en la capital brasileña, Brasilia, pero su presunta vinculación con el grupo respaldado por Irán ya estaba siendo investigada, dijeron las fuentes. “Este domingo (12/11) fue preso un investigado más en la ciudad de Rio de Janeiro, cerca de las 18 horas”, informó la policía en una nota.
La semana pasada, Brasil detuvo a dos personas en Sao Paulo en una operación para desarticular una presunta célula de Hezbollah que supuestamente planeaba atentados contra objetivos judíos en la nación sudamericana.
Según el diario O Globo, que cita a fuentes investigativas, los sospechosos fueron financiados y reclutados por el grupo terrorista libanés Hezbollah y planeaban llevar a cabo atentados contra edificios de la comunidad judía en Brasil, incluidas sinagogas.
Bautizada como Operación Trapiche, la acción “tiene el objetivo de desbaratar actos de terrorismo y obtener pruebas del posible reclutamiento de brasileños para llevar a cabo actos extremistas en el país”, indicaron las autoridades en un comunicado.
Los reclutadores y los reclutados deberán responder por los delitos de formación o adhesión a organización terrorista y realización de actos preparatorios de terrorismo, cuyas penas máximas, sumadas, alcanzan los 15 años y 6 meses de prisión, según la policía.
Hezbollah fue creada en Líbano por la Guardia Revolucionaria iraní en 1982 para luchar contra las fuerzas israelíes que habían invadido Líbano. Ha sido designada organización terrorista por Argentina, Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Honduras y Estados Unidos, así como por la mayoría de los Estados del Golfo aliados de Estados Unidos.
Hezbollah en Brasil
El 11 de octubre, apenas días después de desatado el conflicto en Israel, la comandante del Comando Sur, Laura Richardson, emitió una alerta sobre las “intenciones malignas” de Hezbollah e Irán en Brasil y la posibilidad de atentados allí, lo que puso al país en riesgo por el accionar de células durmientes, lobos solitarios y hasta como posible plataforma logística para actos extremistas en otros países de América Latina y/o Estados Unidos y para la financiación del terrorismo.
El mapa del terror en Brasil es extenso y tiene precedentes. El cerebro de los atentados de las Torres Gemelas Khalid Sheikh Mohammed y el propio Osama Bin Laden fueron a Brasil antes de los atentados, a la Triple Frontera. El país también fue utilizado por Irán y su proxy Hezbollah para preparar los dos trágicos atentados de Buenos Aires en 1992 contra la embajada de Israel y en 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en los que murieron 107 personas en total y cientos resultaron heridas.
A lo largo de los años, Brasil ha atraído a terroristas de diversos países y grupos, desde Al Qaeda hasta el ISIS, que también están dispuestos a entrar en esta guerra contra Occidente, como ya han anunciado desde sus cuarteles generales en Oriente Medio. En Brasil, estas redes se suman a un escenario en el que también hay focos de neonazismo y extrema derecha que se han acentuado en los últimos años. Sin embargo, desde el ataque del 7 de octubre a Israel por parte de Hamas, considerada una organización terrorista por Estados Unidos, Europa y muchos otros países, pero no en Brasil, al igual que Hezbollah, ha estallado en las redes sociales brasileñas una ola de antisemitismo sin precedentes, que inclusive ha llegado a definir a Hitler como “un visionario”, en una negación total de la historia.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro dijo en 2019 que planeaba etiquetar a Hezbollah también como organización terrorista, pero la medida nunca se llevó a cabo.
(con información de Reuters)