(Desde Montevideo, Uruguay) - Los empresarios de Uruguay tienen, en su amplia mayoría, una visión positiva del clima de negocios en el país. La última Encuesta de Expectativas Empresariales de la consultora Exante, realizada en octubre, recoge que el 85% de los más de 300 ejecutivos consultados lo califica como “bueno” o “muy bueno”. Sin embargo, en el sondeo también se afianzan “varias señales de una coyuntura menos favorable”.
Los principales resultados del estudio muestran que volvieron a caer las respuestas positivas a las consultas sobre el desempeño económico reciente y a la situación general de las empresas en el último año. Las expectativas de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) con un horizonte a tres o cuatro años volvieron a moderarse y se ubican “apenas por encima” del 2% anual.
Estas respuestas son consistentes con los indicadores macroeconómicos que señalan que habrá un giro hacia condiciones financieras más restrictivas en el contexto internacional y con que continuarán las “severas dificultades de competitividad” con la región.
Pero pese a esas señales de una coyuntura “menos auspiciosa”, los empresarios preservan una “visión relativamente positiva” del desempeño que tendrán sus empresas en el 2024. Casi la mitad espera un incremento de la producción y una mayor inversión, mientras que las respuestas negativas en estas dos dimensiones no superan el 10%.
“Se trata de un panorama más optimista que el que prevalecía en los años previos a la pandemia, cuando la economía también se encontraba relativamente estancada (en ese entonces, las respuestas positivas se ubicaba entre el 20% y el 30%)”, dice el informe de Exante.
La encuesta tiene como objetivo recopilar semestralmente las expectativas y tendencias que visualizan las principales empresas sobre la situación económica y política de Uruguay. La muestra del estudio fueron 330 gerentes y altos ejecutivos de empresas grandes y medianas que operan en Uruguay.
De ese total, los ejecutivos que esperan un aumento de la rentabilidad en la empresa en los próximos 12 meses se mantuvo estable en un 35%, al tiempo que predomina una visión “cauta” sobre las decisiones de contratación. Menos de un 25% de los principales ejecutivos indica que espera emplear más trabajadores el próximo año. El principal elemento que condiciona el incremento del empleo es el “salario real elevado”, según las respuestas de los empresarios.
La consultora recogió en su cuenta que la “presión de los costos” es el principal desafío que enfrenan las empresas, con más del 60% de las menciones. Esto, interpretó Exante, es “consistente con la situación de la baja competitividad y escaso crecimiento que tiene la economía”. Otros elementos mencionados, aunque con distancia, fueron la competencia creciente, la gestión de los recursos humanos y la incorporación de tecnología.
La evaluación que hacen los empresarios de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou es “sumamente positiva”: el 79% la aprueba y solo el 3% la desaprueba. El balance recogido es favorable en casi todas las áreas de gestión, pero el manejo de la inflación es un elemento que recogió un “aumento apreciable” en los juicios positivos. Por el contrario, la pérdida de competitividad del país mostró un “deterioro del saldo neto de respuestas”.
Una de las consultas incorporadas en la encuesta fue la afectación de las empresas por “los efectos acumulativos del diferencial de precios con Argentina”. El 45% de los consultados por Exante manifestó que la firma está siendo afectada por la brecha cambiaria, aunque únicamente el 16% marcó a esos impactos como “muy severos”.
El sector comercio es el más afectado: un 36% de los encuestados contestó que los impactos eran “muy severos”. En la industria, fue el 19%; en agronegocios, el 10%; y en los servicios, el 5%.