(Washington, Estados Unidos) Bernardo Arévalo está 100% seguro de que el 14 de enero próximo asumirá la presidencia de Guatemala pese a los intentos desestabilizadores de lo que él denomina el “pacto de corruptos”, pero sabe que tendrá problemas severos para gobernar si el Ministerio Público sigue a cargo de Consuelo Porras, la fiscal general. Por ello busca alternativas para que si ella no renuncia se la pueda remover del cargo de alguna manera.
“Veremos qué pasa el 15 de enero”, dijo Arévalo este jueves en una conferencia organizada por el centro de pensamiento Diálogo Interamericano, en la que participó Infobae.
Arévalo se encuentra en la capital de Estados Unidos, donde mantuvo un encuentro con autoridades del Departamento de Estado, con congresistas, como el senador Marco Rubio y con migrantes guatemaltecos, a quienes les prometió trabajar para que tengan representación en el exterior. El presidente electo será el principal orador este jueves en la gala anual del Diálogo Interamericano.
La directora de ese centro de pensamiento, Rebecca Bill Chavez, destacó que eligieron a Arévalo como orador para el evento más importante del año de la organización porque él “defiende lo que es el núcleo de la misión del Diálogo: la democracia y los derechos”. Aseguró además que su elección como presidente “representa una gran victoria para la democracia en un momento en el que las instituciones y normas democráticas están bajo amenaza en gran parte del mundo”
¿Cómo hacer para que Porras caiga si no renuncia?
“Toda esta situación está dada por los ataques que vienen de la fiscal general y de la forma ilegal y espuria que está operando el Ministerio Público en el país”, dijo Arévalo en una conversación con periodistas de diferentes medios, previo a la gala. El presidente electo aseguró que “no existen las condiciones que permitan al pacto de corruptos” evitar que él asuma, porque no tienen ninguna “alternativa desde el punto de vista legal” para impedirlo.
“Sabemos que no nos la van a hacer fácil y van a usar cualquier medio, construyendo casos, tratando de obstaculizar”, dijo Arévalo, quien aseguró que lo que espera es que Porras renuncie a su cargo. Ese pedido no solo lo hace el presidente electo, sino también miles de manifestantes que durante un mes cortaron rutas y realizaron movilizaciones, pero sin lograr ningún resultado concreto en su pedido.
Porras, al igual que otros funcionarios del Ministerio Público y algunos jueces, está acusada por Estados Unidos de socavar las instituciones en Guatemala y fue incluída en una lista de actores corruptos y antidemocráticos que elabora el Departamento de Estado.
Desde que el Movimiento Semilla se colocó en el segundo lugar en las elecciones de primera vuelta, la Fiscalía empezó a revivir denuncias viejas para tratar de afectar el proceso electoral y evitar que Arévalo llegara al balotaje. No lo consiguió y Arévalo consiguió la victoria en la segunda vuelta con el 60% de los votos.
Luego de ello continuaron los ataques del Ministerio Público a las autoridades electorales. La comunidad internacional, especialmente la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y la Unión Europea, levantaron la voz para denunciar los ataques al sistema democrático. El presidente electo consideró “clave” las acciones de la OEA y de toda la comunidad internacional.
Arévalo fue consultado sobre qué pasos dará si ella no renuncia y dijo que tiene varias alternativas pero no quiso decir sobre cuál de ellas avanzará. El mandato de Porras finaliza en 2025, dado que fue ratificada en el cargo por el actual presidente Alejandro Giammattei, quien la considera una “amiga”.
La ley que regula el Ministerio Público establece que el presidente de la república puede cesar a la fiscal general siempre que exista una “causa justa debidamente establecida”, algo que según el actual presidente Giammattei no se configura. Esto, porque la norma también establece que “se entenderá por causa justificada, la comisión de un delito doloso durante el ejercicio de su función, siempre y cuando haya sentencia condenatoria debidamente ejecutada”. Ir por ese camino, que implicaría llevar a Porras a juicio y que luego haya una condena firme, llevaría muchísimo tiempo, más que el tiempo que le queda en el cargo.
Ante la pregunta de Infobae sobre si se ve en el cargo a partir del 14 de enero conviviendo con Porras en el Ministerio Público Arévalo respondió: “Ya he dicho que espero que ella renuncie. Veremos qué pasa el 15 de enero”.
Ese será su primer día como presidente, por lo que con su respuesta insinúa que ejecutará alguna alternativa para lograr la salida de Porras del cargo, aunque no quiso responder cuál sería. Un periodista le cuestionó si piensa invitarla a su ceremonia de asunción y Arévalo se mostró sorprendido por no haber pensado en el tema. “Todavía no he trabajado en la lista de invitados”, dijo con una sonrisa.
Voto desde el exterior
“No taxation without representation” (No a los impuestos sin representación), es una histórica consigna de las colonias norteamericanas durante el imperio británico, cuando consideraban que cualquier ley aprobada en Londres que pretendiera cobrarles impuestos a ellos era ilegal porque no tenían representación en ese Parlamento. Con esa consigna nació la revolución que luego terminaría en la independecia.
Una reversión de esa consigna es muy visible en las calles de Washington desde hace dos décadas, dado que todas las placas de los vehículos tienen impresa el lema “Taxation without representation”, en un reclamo por la falta de representación del Distrito de Columbia en el Congreso.
Arévalo señaló que tiene entre sus planes lograr que la diáspora guatemalteca en el exterior pueda tener un representante ante el Congreso del país. Este miércoles el presidente electo se reunió con integrantes de las comunidades gautemaltecas que viven en Estados Unidos y habló de esa posibilidad. “Vamos a hacer todos nuestros esfuerzos para iniciar una discusión sobre la forma de crear un distrito en el Congreso para los expatriados, para que puedan comenzar a elegir a sus representantes”, dijo Arévalo.
Arévalo recordó que el 20% de la población está viviendo en el exterior y que además los ingresos por remesas al país son millonarios. “Las remesas que dan son más de lo que el país exporta y recibe en resultados provenientes del turismo, por lo que son una parte fundamental de la economía. Solían decir aquí hace mucho: ‘No impuestos sin representación’. Así que creemos que en realidad deberíamos ir en esa dirección, y que es razonable brindar voz a las personas”, dijo el presidente electo de Guatemala.
Además, dijo que pretende instrumentar acciones para que las remesas no solo impulsen el consumo, sino que también se puedan utilizar para el desarrollo del país. Aclaró que con eso no quiere decir que el gobierno se vaya a quedar con ese dinero de las remesas, sino que pretende ayudar a las comunidades en el exterior a organizarse para que, junto con el gobierno, puedan trabajar en proyectos que beneficien a sus comunidades de origen.