(desde Santiago, Chile) Siguen los coletazos por la deserción de un grupo de siete deportistas cubanos en los Juegos Panamericanos de Santiago, el fin de semana pasado. Se trata de las jugadoras de hockey sobre césped Yunia Milanés, Jennifer Martínez, Yakira Guillén, Lismary González, Helec Carta y Geidy Morales, y el medallista de bronce en vallas, Yoao Illas, quienes ya se contactaron con el abogado Mijail Bonito -también de nacionalidad cubana y ex asesor del gobierno de Sebastián Piñera en temas de migración-, para iniciar los trámites de asilo.
Al parecer, un octavo competidor también habría ingresado ya la solicitud de refugio de forma independiente. De acuerdo con datos del diario La Tercera, las seis jugadoras que decidieron no retornar a Cuba planificaron su huida de la delegación semanas antes de viajar a Chile.
Fuga planificada
Según ha señalado Mijail Bonito, días antes de emprender rumbo a Chile las seis deportistas hablaron sobre la posibilidad no retornar su país y arriesgarse a las graves consecuencias que eso les pudiese traer. Quedaron de acuerdo entonces en que, una vez finalizado el último partido, simularían ir a pasear por la villa para no volver.
Para evitar ser descubiertas, decidieron dividirse y se trasladaron hasta distintos puntos del país: unas viajaron al norte, a Iquique, otras a la Región de O’Higgins cerca de Santiago, y la última viajó hasta la sureña ciudad de Concepción. En esos lugares fueron recibidas por amistades a quienes habían contactado previamente.
La noticia de la fuga la dio a conocer el periodista cubano radicado en Estados Unidos Francys Romero, a través de una publicación en su cuenta en Twitter. En conversación con el diario digital chileno El Líbero, Romero dijo que la delegación cubana “estaba regresando a sus atletas muy rápido a la villa, casi inmediatamente después de que terminaba cada competencia para evitar estos problemas vergonzosos”.
Control casi carcelario
Romero explicó que normalmente en las delegaciones cubanas viajan también empleados del Ministerio de Deportes, “burócratas que van con los equipos y en las noches hacen algún tipo de guardia y se turnan fuera de la puerta del hotel”
El periodista dijo también que la mayoría de los deportistas tienen prohibido incluso salir a conocer sitios turísticos. “Cuando se trata de atletas jóvenes que tienen un perfil de poder migrar, casi siempre después de las 10 de la noche no pueden salir de sus habitaciones o de los hoteles”, señaló.
Sobre las represalias por parte del gobierno cubano, indicó que normalmente “si el gobierno entregó alguna casa o algún tipo de material a estos atletas o a sus familias, pues van y se los quitan”.
Por su parte, el ex director del Servicio Nacional de Migraciones, Álvaro Bellolio, señaló al ser consultado que “si Chile otorga refugio a los atletas cubanos es confirmar que sus DDHH son violados en ese país”.
Según la Ley 21.325, son tres las alternativas que tendría la actual administración en caso de que los atletas disidentes pidan refugio.
“El gobierno chileno podría no aceptar que se formalice la situación de refugio por existir una solicitud manifiestamente infundada, es decir, por considerar que estos atletas están mal utilizando la figura de refugio y que no hay ninguna necesidad de protección”, dijo Bellolio.
La segunda opción es la que se ve más probable: “Si se formaliza la solicitud de refugio, la administración podría dilatar la respuesta para que no se resuelva durante el actual gobierno”, agregó. Este proceso podría extenderse hasta por dos años.
La tercera opción es que la solicitud se resuelva rápidamente y se les entrega a los deportistas una visa de residencia temporal y un carnet por ocho meses, que se renueva las veces que sea necesario hasta que se resuelva la solicitud.
Finalmente, de ser rechazada la petición, los deportistas podrían solicitar “protección complementaria”, figura que contempla el principio de no devolución, “ya que regresar a su país a estos atletas que desertaron del régimen les traería complejas consecuencias en Cuba”, finalizó el ex personero. De aprobarse esta protección complementaria, se otorga la residencia definitiva.