(Desde Montevideo, Uruguay) - Antes de terminar el año, UTE, la empresa pública de Uruguay encargada del suministro de electricidad, pretende llegar a los 300 puntos de carga para vehículos eléctricos. El objetivo de la empresa es llegar a tener un cargador cada 50 kilómetros y está inmerso en un plan del gobierno de incorporar cada vez más vehículos sustentables al parque automotor.
El mercado de vehículos eléctricos en Uruguay se dio a partir del 2020, cuando se vendieron 200 unidades, según un informe de la consultora Autodata, informado por El País. En 2021 fueron 697 y la cifra aumentó a 1.225 en 2022. Los números cerrados a septiembre del 2023 muestran que esa cantidad ya fue superada y que, por tanto, volverá a ser un año récord. La cantidad aún no es relevante comparado a la venta de autos cero kilómetros, pero el crecimiento es sostenido, según el informe.
La ebullición que, según el informe, hay en Uruguay no solo está dada porque ha aumentado la cantidad de vehículos vendidos, sino también porque se ha ampliado la oferta de modelos y marcas que llegan al país. En 2020, según Autodata, existían cerca de 65 versiones de vehículos eléctricos que correspondían a 15 marcas. En septiembre de 2023, en tanto, la oferta de eléctricos supera las 145 versiones distintas entre 35 marcas. De este total, 11 representan el 85,5% de las ventas.
Al frente del listado están los vehículos BYD, la empresa china que representa el 50% de los vehículos eléctricos que se venden en el país. Le siguen JAC, BMW, Marxus, Xev, LMI, Peugeot, Mercedes Benz, Changan, Today Sunshine y Volvo.
En cuanto a la categoría de los vehículos, los más demandados por los consumidores locales son los SUV, que representan el 40% de las ventas de este año. Le siguen los autos medianos (20%), chicos (16%), city car (14%) y los grandes (10%).
El gobierno uruguayo promueve la inclusión de estos vehículos al parque automotor. El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) lanzó el programa Subite, que promueve la incorporación de la movilidad eléctrica en todo el país. Esta iniciativa apoyará la compra de hasta 1.000 motos eléctricas y 100 triciclos de carga eléctrica en total.
El ministro de Industria y Energía, Omar Paganini, ha destacado que el objetivo de Uruguay es avanzar en la “descarbonización” como una segunda transición eléctrica, luego de haber incorporado fuentes renovables a su matriz.
La electrificación del transporte tiene “oportunidades” como el acceso a fuentes de energía renovables a precios competitivos, destacó el ministro hace un año, al participar de un foro internacional sobre el tema.
Sin embargo, la renovación de la flota será lenta y, para eso, es necesaria “incentivar a la población”. Aunque la región tenga las condiciones para avanzar, Paganini consideró que lo primero que se debe abordar es lo financiero, para poder acelerar la incorporación. El valor de los eléctricos es muy superior a los que funcionan en base a combustibles tradicionales.
En ese sentido, destacó que Uruguay ha implementado diversos programas con exoneraciones de impuestos para la compra de vehículos eléctricos e híbridos.
Además del programa Subite –destinado a pequeños vehículos eléctricos– ha desarrollado otros como el Subite pasajeros, que otorga facilidades a la compra de taxis, remises y vehículos de aplicaciones. Paganini indicó que estos programas sirven para bajar una “segunda barrera” que tiene la electromovilidad: la cultural. Los incentivos son pensados para el “largo plazo” por este motivo.
En marzo, el gerente de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay, Ignacio Paz, dijo a Telenoche que en el país circulan en torno a los 2.000 vehículos eléctricos, una cifra muy baja comparada al total.