Como parte de los procedimientos que la Fiscalía General del Estado realiza dentro de la investigación previa por el presunto delito de peculado, la Policía y funcionarios fiscales allanaron las instalaciones de la Prefectura de Pichincha en Quito y una vivienda en la provincia de Guayaquil. El Ministerio Público inició la investigación luego de que Soledad Padilla, ex funcionaria de la Prefectura y ex asistente de Jorge Glas, demandara al ex vicepresidente por intimidación.
Cuando Padilla demandó a Glas por intimidación, este le interpuso una contrademanda por extorsión. El escrito que Padilla presentó ante la Fiscalía indicaba que ella trabajó en la Prefectura mientras se ocupaba de asistir a Jorge Glas. La Prefectura de Pichincha confirmó que Soledad Padilla estuvo en su nómina como personal de apoyo desde el 5 de noviembre de 2019 hasta el 31 de agosto de 2022. La Prefectura de Pichincha es el gobierno provincial de la jurisdicción homónima que actualmente se encuentra presidida por Paola Pabón, reelegida en las elecciones de febrero de este mismo año y actual militante de la Revolución Ciudadana.
Con estos antecedentes, la Fiscalía investiga si hubo abuso de fondos públicos en la Prefectura al contratar a una funcionaria que supuestamente no laboraba para la institución sino para un miembro del partido de la prefecta Pabón.
Si durante la investigación previa, se recaban las evidencias para continuar con el proceso Pabón sería llamada a que le formulen cargos por peculado, lo que podría significar no solo la posibilidad de que vaya a prisión sino de que sea destituida de su cargo.
La vivienda que se allanó en Guayas sería de propiedad de Padilla. De acuerdo con la información de la Fiscalía, como resultado de este procedimiento judicial se levantaron indicios electrónicos y también documentos que permitirán continuar con la investigación. En la prefectura, también se intervino el área de tecnologías de la institución.
La prefecta Pabón escribió en su cuenta de X que: “Es inaudito que habiendo señalado casillero judicial y entregado toda la información requerida, en un burdo intento por polemizar y mediatizar un caso, la Fiscalía allane la Prefectura en feriado nacional, cuando nuestro personal está trabajando en las vías en el operativo Pichincha Segura”.
Asimismo, la entidad en un comunicado oficial también sostuvo que el allanamiento busca mediatizar el caso: “Lamentamos que la institucionalidad de este país siga prestándose para un burdo show mediático y no en la búsqueda de la verdad y la transparencia”. Según indicó la entidad, ante la solicitud de información de la Fiscalía se entregaron las respuestas solicitadas “junto con todos los respaldos en 16 cajas debidamente selladas, el pasado viernes 27 de octubre”.
La denuncia contra Glas
Según se lee en la denuncia presentada por Padilla, la mujer ha trabajado para Glas por casi 17 años y lo asistió mientras el ex vicepresidente estaba en la cárcel, creando un “lazo de humanidad”. Sin embargo, Glas cambió a una esfera “aparentemente sentimental, a pesar de que conocía perfectamente que en ese entonces me encontraba felizmente casada, matrimonio que fue disuelto en legal y debida forma, ahora entiendo y presumo por actuaciones ilegales de presión e intimidación causadas por el denunciado”, indica la mujer.
Sobre la denuncia de intimidación en contra del ex vicepresidente Jorge Glas, el movimiento Revolución Ciudadana de Rafael Correa emitió un comunicado para “manifestar nuestra total confianza en el comportamiento ético de Jorge, lo que ha sido demostrado durante su vida pública y privada”.
En el comunicado, el movimiento respalda la versión de Glas sobre lo acontecido con Padilla: “Como movimiento político de la Revolución Ciudadana hemos sido y somos defensores irrestrictos de los derechos de las mujeres y, consecuentes con ello, en la gestión de nuestro gobierno llevamos adelante políticas públicas de prevención y protección de las mujeres contra la violencia de género, principios que sostenemos en todos los ámbitos de la vida. Pero no podríamos aceptar que se tergiversen dichos principios para falsear la verdad y, peor aún, pretender extorsionar a las personas”.
Varios actores de la opinión pública e incluso militantes del correísmo han cuestionado la posición del movimiento frente a un caso de violencia de género dentro del partido.