(Desde Montevideo, Uruguay) - Si bien los cruces de uruguayos que viven en los departamentos del litoral hacia Argentina son a diario para hacer las compras del día a día, el gobierno de Luis Lacalle Pou diferencia ese tránsito de aquellos que traen kilos y kilos de mercadería para venderla en el mercado a un precio menor. Por eso, el presidente le pidió a la Aduana, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa un aumento en los controles para evitar el contrabando, según informó en una rueda de prensa este martes 25.
“Ya no es solo la gente que va y consume para sí mismo, que trae sus kilos para la diaria, la cotidiana sino (el problema es el) contrabando”, diferenció Lacalle Pou. La Policía uruguaya, las Fuerzas Armadas y la Aduana harán controles más “intensivos” en los pasajes de un país hacia el otro, anunció.
“La gente se puede abastecer tranquilamente, lo que no puede pasar, que está pasando, es que hay gente que está contrabandeando”, aseguró el mandatario. La propuesta, comentó, surge como una respuesta a un pedido de los gobiernos departamentales.
La limitación de los volúmenes de la mercadería es también reclamada por la Cámara de Industrias de Uruguay, que advierte que los fines de semanas los uruguayos dejan en Argentina “decenas de miles de dólares” y vuelven con las compras de supermercado para buena parte del mes. “Si se hace la vista gorda, esto va a terminar mal”, comentó el presidente de esa gremial empresarial, Fernando Pache, tiempo atrás.
En el departamento de Salto, uno de los más afectados por la diferencia cambiaria entre Uruguay y Argentina, se formó un grupo de empresarios y comerciantes denominado Salto en Movimiento, que alerta por las consecuencias que puede tener la crisis en la zona. Una de las propuestas que este colectivo presentó al oficialismo es la habilitación de la micro importación, con la que buscan “eliminar los monopolios” que se dan en el país y reducir los precios de venta al público.
De acuerdo a la interpretación de estos empresarios, hay “importadores monopólicos” que provocan que una “cantidad de productos de la canasta básica sean mucho más caros” en Uruguay que en Argentina. “Más allá del momento actual de diferencia cambiaria (…), en condiciones relativamente normales siempre estamos mucho más caros acá”, dijo el referente de Salto en Movimiento, Rodolfo Germano, a El País.
Consultado por esta propuesta, Lacalle Pou dijo que está de acuerdo con la idea pero indicó que su instrumentación “no es fácil”. “Lo que hemos tratado de hacer es facilitar la importación de los productos en los trámites que se hacen en los distintos ministerios –como Ganadería y Salud Pública–, que son muy engorrosos y quedan limitados a pocos actores importadores de muchos productos”, explicó el mandatario.
En mayo, el presidente uruguayo reconoció que la diferencia cambiaria con Argentina perjudica la actividad económica de los comerciantes uruguayos y anunció una serie de medidas para desalentar el consumo del otro lado de la frontera. Lacalle Pou informó entonces que habría una rebaja de impuestos para los comercios del litoral y un descuento en el precio de los combustibles.
Una de las iniciativas contempla la exoneración del IVA mínimo mensual y de los aportes patronales jubilatorios, una medida destinada a los comercios dentro de un radio máximo de 60 kilómetros del paso de frontera. Entonces estimó que la rebaja beneficiaría a 10.000 contribuyentes. Para los combustibles, en tanto, se resolvió el descuento del Impuesto Específico Interno (Imesi), lo que permitió una reducción del precio de hasta el 40%.
Lacalle Pou se reunió el martes con su ministra de Economía, Azucena Arbeleche, para analizar si las medidas de apoyo tomadas en la frontera se podían extender a otros sectores vinculados a los servicios y al turismo.