Desde este viernes los ecuatorianos deberán convivir con apagones diarios a escala nacional. El ministro de Energía y Minas, Fernando Santos Alvite, anunció que la escasez de electricidad y la sequía han provocado que no exista la suficiente energía para atender la demanda de todo el país.
Los cortes de energía iniciaron desde la mañana de este 27 de octubre. Según dispuso la cartera de Energía, la región Sierra y Amazónica tendrán cortes de cuatro horas, mientras que en el litoral ecuatoriano la suspensión del servicio eléctrico será de tres horas diarias.
Los racionamientos sucederán entre las 07h00 y las 18h00 y dependerán de la distribución que ha preparado cada empresa proveedora de luz en las distintas ciudades del país. Se tomó esta medida para evitar apagones en las noches debido a la crisis de inseguridad que afronta la nación.
Ecuador le compra electricidad a Colombia, sin embargo, el vecino país está destinando toda su producción para el mercado interno y no cuentan con excedente para exportar.
De acuerdo con el ministro Santos Alvite, el gobierno decidió iniciar con los racionamientos por los bajos niveles de la cuenca del río Paute. Allí se ubica el complejo de las centrales hidroeléctricas Sopladora, Paute-Molino y Mazar.
El consultor energético y director de Energía de la Cámara ecuatoriano-británica, Jorge Luis Hidalgo, ha indicado que los funcionarios gubernamentales pudieron prever el estiaje y preparar a las centrales hidroeléctricas para evitar esta crisis energética: “Desde hace un año hay centenares de informes internos que se cruzan entre las autoridades del Ministerio de Energía, donde ya se preveía que iba a pasar esto. El estiaje va de octubre a marzo todos los años”, dijo Hidalgo en FM Mundo.
El Ecuador necesita realizar una reestructuración del sistema eléctrico del país para evitar los déficits. Hidalgo también ha sido muy crítico de los subsidios que el Estado ofrece en materia de electricidad a las grandes empresas petroleras, mineras y otras industrias; y ha sostenido que los apagones que experimenta el país son el resultado de la ineficiencia gubernamental: “Hay una lamentable negligencia y descuido de las autoridades. Cuando ven atrás para ver a quién culpan, no hay, porque entre ellos mismos han ido rotando. Los que se beneficiaron de los subsidios son los grandes industriales”, puntualizó.
Para el experto no hubo inversión del gobierno para mantener a las centrales, no obstante el pago del subsidio eléctrico para las grandes industrias si se ha cumplido: “Si a las dos grandes mineras del país se les cobra USD 0.05, obviamente se genera un hueco que termina afectando. Con menos mantenimiento, menos generación eléctrica, esto nos lleva a un momento contra las cuerdas, en donde tenemos que comprar energía más cara”, explicó Hidalgo en un diálogo en Radio Municipal.
Para superar el déficit energético de 460 megavatios, el Ministerio de Energía inició una licitación de emergencia por USD 160 millones para atender esa necesidad. Sin embargo, el proceso tomaría hasta mediados de diciembre para completarse y empezar a suministrar la electricidad necesaria para el país. Entre las alternativas también se contempla importar gas natural para permitir el funcionamiento de las centrales que necesitan ese tipo de combustible.
Si las condiciones hidrológicas mejoran en el país, los racionamientos podrían suspenderse antes de lo estimado.
“El mensaje al país es que el modelo estatista de generación exclusiva por parte del Gobierno se agotó. Tiene que ser el sector privado el que ingrese con fuerza. El país es atractivo y la demanda creciente”, señaló Santos Alvite.
Según el ministro Santos Alvite, Ecuador experimenta la peor sequía en los últimos 50 años. El funcionario criticó a la administración de Rafael Correa pues “se gastaron inmensas cantidades con pésimos resultados”, pues lamentó que la central Coca Codo Sinclair, la más grande del país, no pueda aportar los 1.500 megavatios para los que se construyó. Esta central hidroeléctrica construida por la empresa china Sinohydro tiene más de 17.000 fisuras que no han dejado de aparecer pese a que ha sido reparada en cinco ocasiones