(Washington, Estados Unidos) El canciller de República Dominicana, Roberto Álvarez, que la semana pasada visitó Washington para pedir que la Organización de Estados Americanos (OEA) medie en el conflicto con Haití, logró parte de lo buscado. Esta semana, una delegación enviada por el secretario general Luis Almagro visitó su país e inspeccionó las márgenes dominicanas del río Masacre.
Sin embargo, esa misión no logró aún visitar el otro lado del río, donde se está construyendo un canal de riego que disparó la polémica diplomática entre los dos países que comparten la isla La Española. Álvarez insistió este jueves en su pedido a Haití para que habilite el ingreso de los especialistas de la OEA.
“Ahora falta que Haití cumpla con su obligación de recibir a esa comisión y permitirle acceso a la obra y ofrecer la documentación técnica que la soporta”, señaló el canciller Álvarez en un foro de la Cámara Americana de Comercio en la República Dominicana.
La misión que designó Almagro para este conflicto está liderada por el secretario de Asuntos Jurídicos de la OEA, Jean Michel Arrighi, quien junto al funcionario de la Secretaría de Desarrollo Integral, Andrés Sánchez, visitaron el martes un recorrido por la franja norte de la frontera, pero solo del lado de República Dominicana.
Los funcionarios hicieron una parte de la visita en el terreno y otra sobrevolando en un helicóptero dominicano.
Que la misión que visitó la zona solo haya concurrido al lado dominicano generó críticas a la OEA en actores políticos y medios de comunicación de ese país, aunque la organización solo puede concurrir si el gobierno de un país lo invita y acepta la mediación.
Durante la sesión del Consejo Permanente de la semana pasada, cuando Álvarez visitó Washington, tanto Almagro como el canciller dominicano dejaron claro que estaban dispuestos a entrar en una mediación. El embajador haitiano, en cambio, dijo que aceptaba el diálogo pero no explicitó si aceptaba o no la mediación de la OEA.
El por qué del conflicto
El gobierno de República Dominicana cerró el 8 de septiembre las fronteras con Haití en protesta por la falta de respuesta de su vecino ante las protestas por la construcción sin ningún acuerdo binacional de una obra para el riego sobre el río Masacre, que ambos países comparten.
Los dominicanos sostienen que las obras que se están realizando allí pueden inundar a dos poblaciones y piden parar las obras. Según relató el canciller Álvarez en la OEA, cuando su país descubrió que se estaban realizado esas obras se comunicó con su par haitiano y la respuesta que recibió fue que la obra era realizada por privados, que el gobierno no tenía conocimiento y que iban a realizar esfuerzos para pararla.
Sin embargo, según el relato dominicano, tiempo después las obras siguieron y el gobierno haitiano cambió su postura. De hecho en la sesión de la OEA de la semana pasada el embajador ante la organización dijo que Haití no detendrá las obras y cuestionó la postura de República Dominicana dado que ese país ha realizado varias obras sobre el río y esta es la primera que se realiza del lado haitiano.
Sin embargo, la postura de Haití difiere en algunos puntos de la dominicana. Los haitianos aseguran que esta obra sí fue autorizada en 2021, pero que luego del asesinato del presidente Jovenel Moise se paralizaron las tareas hasta que un grupo de agricultores en agosto de 2023 restauró el proyecto.
Haití asegura que ha tenido voluntad de dialogar y que de hecho delegaciones de ambos países lo estaban haciendo, hasta que en septiembre el gobierno dominicano cerró las fronteras, los que para ellos impide las negociaciones.
Haití dijo estar dispuesto al diálogo bilateral, pero no dejó claro si acepta o no la mediación de la OEA. La misión enviada a la zona aún no pudo visitar las obras y solo lo podrá hacer si el país invita a los delegados.