(Desde Santiago, Chile) En medio de la gira de Gabriel Boric por China, en Santiago el ministro del Interior subrogante, Manuel Monsalve, se reunió con el embajador de Israel en Chile, Gil Artzyeli.
Tras el encuentro, el diplomático comentó en el diario La Tercera que, entre otras cosas, había aprovechado la reunión para responder a lo que había comentado el presidente Gabriel Boric. Días antes, el mandatario chileno había criticado la escalada de violencia y, en referencia al bombardeo al hospital Al Ahli en Gaza (que luego se demostró que fue por un cohete lanzado por la Yihad islámica) dijo “que los atentados inaceptables y brutales perpetrados por Hamas no justifican bajo ningún punto de vista la barbarie que el Estado de Israel está llevando adelante en Gaza”.
Artzyeli dijo que “la barbarie fue el 7 de octubre, la autodefensa no fue una barbaridad, es un derecho. Defendernos no es una barbaridad. Responsabilizar a Israel de la barbaridad del Hamas es lamentable. Hablamos de todo (con Manuel Monsalve)”.
Al gobierno chileno no le gustó nada la declaración del embajador y fue el propio ministro Monsalve quien salió al paso. “El embajador cometió un error”, dijo. “Como todos saben, y el embajador lo sabe, mi rol tiene que ver principalmente con la seguridad interior del Estado, por lo tanto, la reunión con el embajador se entrega y sostiene en el marco de eventuales amenazas para la seguridad de instalaciones que el Estado de Israel tiene en nuestro país… Creo que un embajador con experiencia tiene que ser capaz de reconocerlo y de rectificarlo. El embajador sabe que para entregar opiniones respecto de la posición del gobierno de Chile en materia internacional hay otro canal, el ministerio de Relaciones Exteriores”.
Monsalve agregó que en la reunión el embajador entregó opiniones en ese sentido “y nosotros le reiteramos la razón por la cual nosotros habíamos entregado la audiencia”. O sea, por razones de seguridad interior.
Non grata
Ayer, en su cuenta en la red social X, Gil Artzyeli explicó que “la reunión con el ministro Monsalve estuvo dedicada a asuntos de seguridad interior, tal como él señaló. Pedí la reunión debido a las crecientes amenazas a la embajada y a la ola de antisemitismo en Chile. Como el tema de la seguridad interior está intrínsecamente vinculado con la situación de mi país, abordé también este tema, como hago en todas mis reuniones, ante lo cual el ministro dejó claro que este asunto corresponde a la cancillería”.
Pero eso no bastó para bajar el tono. Tras ese intercambio, ayer el embajador fue citado al edificio del ministerio de Relaciones Exteriores para reunirse con Juan Pino, jefe de la División de Medio Oriente y África de la cancillería.
Pino le llamó la atención al diplomático por la forma y tono de sus declaraciones contra el gobierno, y se le insistió en que debe seguir los canales formales para instalar otros temas en sus encuentros con el ejecutivo.
Varios ex cancilleres chilenos se han cuadrado con el gobierno. Heraldo Muñoz, ex ministro de Relaciones Exteriores de Chile en el gobierno de Michelle Bachelet, dijo en La Tercera que “es un desatino que el embajador de Israel plantee materias de política exterior al ministro del Interior subrogante. No corresponde”, afirmó.
Incluso el senador UDI Iván Moreira, bastión de la oposición chilena, tomó partido por el gobierno y criticó el “tono amenazante” propuesto por Artzyeli.
“Gabriel Boric debe hacerse respetar. No corresponden los emplazamientos ni el tono, hasta amenazante, del embajador de Israel. Nunca había visto un comportamiento de este estilo en ninguna circunstancia”, dijo. Y añadió que “lo que piensa el Presidente Boric es compartido transversalmente, con matices. Señor embajador, no se pase de listo, no queremos esta guerra en Chile, y no abuse de su investidura en los puntos de prensa, porque se está convirtiendo en una persona non grata para la mayoría de los chilenos”.