(Desde Montevideo, Uruguay) Después de la audiencia en la que fue imputado por 22 delitos sexuales –en su mayoría contra menores de edad–, el ahora ex senador del oficialismo uruguayo Gustavo Penadés fue trasladado a una cárcel en el departamento de Florida que es considerada por algunos como “VIP” para el sistema carcelario del país. En 2019, el centro penitenciario fue inaugurado luego de una inversión de USD 6,5 millones de dólares. Tiene una capacidad para 173 internos y un área edificada de 5.028 metros cuadrados.
Además de Penadés –quien cumple prisión preventiva–, la cárcel ha recibido a presos que tuvieron una alta exposición mediática. Allí estuvo el ex futbolista de Peñarol Nicolás Schiappacasse, quien fue encontrado con un arma rumbo a un partido de fútbol, y está recluido el ex custodio del presidente Luis Lacalle Pou, Alejandro Astesiano.
La Unidad 19 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) de Uruguay –como es su nombre formal– tiene los mejores indicadores del sistema carcelario uruguayo y es vista como una cárcel “VIP”, adónde se deriva una parte privilegiada de la población, según informó El País.
Es también la cárcel con mayor porcentaje de personas cursando educación formal y la segunda en la cantidad de recursos que trabajaron durante un mes. Todos los privados de libertad, además, tuvieron durante 2022 al menos una hora libre todos los días de la semana.
Tiene cuatro módulos para 30 hombres cada uno, un espacio para 21 mujeres y dos barracas catalogadas como de “mínima seguridad” con capacidad para albergar a 16 personas cada una. Hay también una huerta, un gimnasio y un jardín. Hay animales para el consumo, biblioteca y una sala para recibir visitas. En el centro penitenciario trabajan educadores que ofrecen cursos de pintura y artesanías, entre otras posibilidades de recreación.
Todos los procesados en esa cárcel pueden llevarse un colchón y esa opción fue elegida por Penadés. El ex senador uruguayo quiso comprar, además, colchones para su compañeros de módulo pero se lo prohibieron en el centro carcelario, según informó El Observador.
El imputado comparte el módulo junto a otros siete presos que cumplen prisión preventiva en la cárcel de Florida. A partir de la semana próxima, Penadés podrá comenzar a realizar tareas en la chacra de la cárcel, una actividad que hacen todos los que están recluidos allí.
El ex legislador cumplirá en Florida los 180 días de prisión preventiva que le impuso la Justicia. Penadés intentó evitar la prisión aduciendo motivos de salud. Su defensa argumentó que sufre una cardiopatía isquémica y diabetes de tipo 2, pero los exámenes que se le realizaron en el Instituto Técnico Forense determinaron que las enfermedades que tiene las puede tratar en prisión.
El centro tiene buenos niveles de vida y de rehabilitación, según informó ese medio uruguayo.
El ministro del Interior, Luis Alberto Heber, dijo días atrás que Penadés es un “preso común” y que “no hay privilegios” para él. “Ahora estamos a la espera de que el juicio comience y que se tenga que condenar con toda la fuerza de la ley en función de la convicción que tenga el juez de los elementos presentados por la fiscal”, dijo el jerarca del gobierno.
Una de las primeras salidas de Penadés de la cárcel fue hasta el juzgado de Florida, donde tuvo que designar un nuevo abogado. Quienes lo defendieron durante la primera etapa de la investigación, Javier Vega y Francisco Quesada, le comunicaron que no continuarán trabajando junto a él. Según informó Telenoche, los profesionales fueron hasta el centro penitenciario a darle la noticia y el ex senador entendió la decisión.
Penadés debió designar a un defensor público como abogado para la siguiente etapa judicial.