Desde las 7 de este domingo, 15 de octubre, los ecuatorianos acudirán a las urnas a elegir al presidente que terminará el periodo que Guillermo Lasso dejará inconcluso. Luisa González, de la Revolución Ciudadana, disputará la llegada a Carondelet frente a Daniel Noboa, de la Alianza Democrática Nacional. Quien gane permanecerá desde finales de este año hasta mayo del 2025 en el cargo.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) estima que los resultados de la segunda vuelta estarán disponibles desde las 18h00 del domingo, apenas una hora después del cierre de los colegios electorales. Para las 20h30, se espera que el 50% de votos estén escrutados.
En la primera vuelta, González obtuvo el 33.6 % de la votación mientras que Noboa consiguió el 23.4% de los votos. Las encuestas han mostrado a Noboa delante de González desde agosto. La diferencia en algunos casos fue hasta de 10 puntos, aunque en la última semana la distancia entre ambos se ha acortado.
Luisa González es la apuesta del correísmo para volver al poder. La abogada y máster en Alta Gerencia y Economía ha sido funcionaria pública en varias ocasiones. Por ejemplo, no solo ha sido legisladora sino también secretaria Nacional del Parlamento Andino, sede Ecuador, secretaria General de la Intendencia de Compañías de Quito, secretaria Nacional de la Administración Pública, ministra de Trabajo, ministra de Turismo, cónsul de Ecuador en Madrid, entre otros. El candidato a vice que participará con González es Andrés Arauz, quien se disputó el balotaje en abril de 2021 con Guillermo Lasso.
El empresario bananero y exlegislador Daniel Noboa Azín es el otro aspirante. Noboa Azín es hijo del empresario y político Álvaro Noboa, quien ha intentado llegar, sin suerte, en cinco ocasiones a la Presidencia. Noboa Azín cuenta con el respaldo de la Alianza Democrática Nacional. La candidata a vice que lo acompaña es Verónica Abad, oriunda de Cuenca y que participó en las últimas elecciones seccionales para la Alcaldía de esa ciudad por el movimiento AMIGO.
Principalmente, Noboa ha tratado de posicionar sus propuestas alrededor de la generación de empleo. González, en lo económico, ha propuesto utilizar las reservas de Ecuador para inyectar capital al país. Ambos candidatos también han resaltado sus propuestas en seguridad, principalmente, han prometido mejorar los equipos para la policía, militarizar los puertos y retomar el control de las prisiones.
Asimismo, los dos candidatos han implementado distintos recursos propagandísticos para tratar de convencer a los indecisos. Por ejemplo, la estrategia de marketing político de Noboa incluyó repartir figuras de cartón del candidato por todo el país, lo que generó que miles de usuarios generaran contenidos digitales a su favor. Por su parte, Luisa González enfatizó en su independencia para gobernar –aunque en la primera vuelta dijo que su principal asesor será Rafael Correa– y trató de enviar mensajes y propagandas a un público más joven. Ambos han realizado recorridos por distintas jurisdicciones del país.
Un balotaje extraordinario
El 17 de mayo de este año, Guillermo Lasso activó un mecanismo constitucional que le permitió disolver al congreso y convocar a nuevas elecciones. El mandatario utilizó el recurso en medio de un juicio político que el Legislativo llevaba en su contra. Con esa decisión, Lasso dispuso la organización de elecciones generales extraordinarias para elegir a 137 nuevos legisladores y a un nuevo presidente para que cumplan su periodo electoral, hasta mayo de 2025, cuando se realicen elecciones generales ordinarias.
En Ecuador, es la primera vez que se activó la muerte cruzada –como se conoce popularmente al recurso que usó Lasso. Pero, además de esa condición excepcional, el país ha debido organizar los comicios en 90 días, un tiempo récord considerando que los preparativos para las elecciones suele tomar al menos un año. A esto se suma que Ecuador enfrenta escenarios de violencia nunca antes vistos.
Los niveles de violencia, la penetración del crimen organizado, la poca capacidad de previsión y de respuesta del gobierno, así como el magnicidio de Fernando Villavicencio han marcado el ritmo del periodo electoral. Además, los candidatos han debido utilizar chalecos antibalas en sus recorridos y han sido escoltados por un fuerte dispositivo policial y militar.
La primera vuelta electoral se desarrolló el 20 de agosto pasado. La jornada se desarrolló en calma, aunque en la votación telemática de los ecuatorianos en el extranjero hubo inconvenientes provocados por ataques cibernéticos. Por este motivo, los connacionales residentes en el exterior votarán el balotaje de forma presencial y también elegirán, nuevamente, a los legisladores.
Más de 13 millones de ecuatorianos sufragarán el domingo en el balotaje. Los ecuatorianos entre los 18 y 65 años están obligados a votar. En el país, facultativamente pueden votar los ciudadanos de 16 y 17 años, los mayores de 65 años, los residentes en el exterior, los miembros en funciones de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, los presos cuya sentencia condenatoria no haya sido ejecutoriada en última instancia, las personas con discapacidad, las personas analfabetas y los extranjeros a partir de los 18 años que hayan residido legalmente en el Ecuador por al menos cinco años y estén inscritos en el padrón electoral.
Hasta el cierre de urnas, que sucederá a las 17h00, están prohibidos los actos proselitistas. Además, la prohibición de vender o ingerir licor estará vigente hasta el mediodía del lunes 16 de agosto.
Alertas de fraude
El pasado miércoles, el Interamerican Institute For Democracy propició el foro Elecciones en Ecuador: ¿Es posible el fraude electoral? que incluyó a periodistas, académicos y politólogos. Los expertos de la región evaluaron la posibilidad de que en Ecuador se lleve a cabo un fraude electoral y concluyeron que es “altamente probable”.
Carlos Sánchez-Berzaín, director del think tank, sentenció que: “El fraude electoral en el Ecuador, el domingo, es posible; pero además de eso, es altamente probable”. Según Sánchez-Berzaín, la posibilidad del fraude “señala como autor y beneficiario” al correísmo “que no es otra cosa que el socialismo del siglo XXI o el castrochavismo expandido en todas las Américas”. Además señaló que, de suceder la manipulación del conteo de votos, se beneficiaría a la candidata del correísmo “que le dará la impunidad que está reclamando Rafael Correa”.
Por su parte, Rafael Correa y sus seguidores han señalado que, de ganar González, las voces opositoras señalarán que existen fraude. El 25 de septiembre, el expresidente se refirió a una encuesta en la que Noboa superaba con 10 puntos a González y escribió: “Esto no es verdad, ni en niveles, ni en tendencia, pero ya gritarán fraude como en la consulta popular”.