Expertos advirtieron sobre la posibilidad de un fraude electoral en el balotaje en Ecuador

Este 15 de octubre los ecuatorianos votarán en el balotaje que decidirá al sucesor de Guillermo Lasso. La contienda se disputa entre Luisa González, candidata del movimiento Revolución Ciudadana afín al correísmo y Daniel Noboa, de la Alianza Democrática Nacional. A pocas horas de que la veda electoral inicie en el país, varios expertos de la región evaluaron la posibilidad de que en Ecuador se lleve a cabo un fraude electoral. La conclusión para los analistas fue que es “altamente probable”.

El Interamerican Institute For Democracy propició el foro Elecciones en Ecuador: ¿Es posible el fraude electoral? que incluyó a periodistas, académicos y politológos. En la presentación del evento, Tomás Regalado, presidente del instituto, resaltó que, ante la “oscura posibilidad de un fraude electoral” es necesario reflexionar sobre Ecuador y su institucionalidad considerando que es un país importante “para América Latina, para los Estados Unidos y para todo este hemisferio”.

Carlos Sánchez-Berzaín, director del think tank, sentenció que: “El fraude electoral en el Ecuador, el domingo, es posible; pero además de eso, es altamente probable”. Según Sánchez-Berzaín, la posibilidad del fraude “señala como autor y beneficiario” al correísmo “que no es otra cosa que el socialismo del siglo XXI o el castrochavismo expandido en todas las Américas”. Además señaló que, de suceder la manipulación del conteo de votos, se beneficiaría a la candidata del correísmo “que le dará la impunidad que está reclamando Rafael Correa”.

El director del instituto aseguró que el expresidente Correa, que gobernó Ecuador por diez años, instaló una dictadura, que aún prevalece: “Quien ha salido del Ecuador es Correa, pero no ha salido la dictadura. La dictadura sigue controlando el Consejo Nacional Electoral, el Tribunal Contencioso Electoral y tiene la mano metida en la Contraloría, tiene la mano metida en el poder judicial”. Mencionó que la aceptación del correísmo en la región se refleja en la bienvenida que otros países le dan al expresidente ecuatoriano que ha sido sentenciado por corrupción: “Es recibido como si fuera una personalidad en los países bajo control paradictatorial como México con López Obrador, Argentina con Fernández Kirchner, Brasil con Lula, Colombia con Petro”.

La primera participante del foro fue la periodista y comunicadora Janeth Hinostroza. En una explicación sobre el contexto de las instituciones en el Ecuador, Hinostroza enfatizó que la segunda vuelta electoral del 2023 ha sido precedida por “otros procesos que han sido cuestionados” y recordó la elección presidencial del 2017, cuando luego de un apagón informático se invirtió la votación a favor de Lenín Moreno, entonces candidato por el correísmo, quien disputó el balotaje con Guillermo Lasso.

La periodista también mencionó las irregularidades en el sistema de recolección de firmas que habilita a los partidos políticos y aseguró que en ese proceso también “hay trampa”. Hinostroza, que por 30 años se ha dedicado al periodismo, resaltó que “en donde debería nacer la protección en la democracia (Consejo Nacional Electoral) es donde precisamente se hace trampa para afectarla”.

De acuerdo con Hinostroza, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, se mantiene en el cargo porque la clase política se ha dado cuenta que es una persona con la que se puede negociar y por eso la sostienen. “Aquí quien gana las elecciones aquí gana las elecciones es el que tiene amigos en el poder político. El que tiene amigos en el Consejo Nacional electoral y, principalmente, el que tiene dinero el que tiene dinero para poder montar un sistema paralelo de conteo de votos de control electoral, pues puede ser que tenga mucho más asegurada la posibilidad de que los votos que haya conseguido se respeten”, aseveró.

Por su parte, la investigadora académica, docente de la Universidad San Francisco de Quito y miembro del colectivo Defiende tu voto, Anabelle Chacón, mostró los resultados de sus análisis matemáticos y estadísticos de la primera vuelta en Ecuador, celebrada el 20 de agosto de este año. Chacón se refirió a la votación obtenida por los candidatos Xavier Hervas y Bolívar Armijos, que ocuparon los dos últimos lugares de la elección. Según observó la académica y su equipo, “en todas las publicaciones que hacía el CNE de los resultados progresivos, estos dos candidatos se mantenían en los mismos porcentajes”. Esto, aseguró la docente, es probabilística y estadísticamente imposible: “Esto indica que si estos dos señores permanecen inamovibles para que cuadren las votaciones al 100%, el porcentaje restante tiene que ser cuadrado de alguna forma. Entonces ya nos advierte que puede haber una manipulación de los datos”, explicó.

Además, Chacón señaló que en la primera vuelta electoral pudo detectar actas alteradas: “el acta tiene 43 votantes, pasa al reconteo sin ningún motivo que le justifique y aparecen 300 votantes”. Sobre el balotaje del domingo, la académica aseguró que el CNE emitió un manual para el conteo de votos que levanta las alertas: se dice algo muy grave que el número de sufragantes será el número de papeletas que se encuentre en la urna. Esto quiere decir que si sufragan 300 personas y, por algún motivo, se encuentran 350 papeletas, lo que va a regir son las 350 papeletas y no las 300 personas que votaron”.

El analista de datos, Carlos Córdoba, se refirió a los momentos, durante el proceso electoral, en los que puede existir la manipulación de los resultados. El experto mencionó al conteo manual como uno de los escenarios. En Ecuador, cuando las urnas se cierran, los miembros de las mesas electorales deben contar las boletas y consignar de forma manual los votos que cada candidato recibió, así como los nulos o en blanco. Según Córdoba, durante esa etapa se pueden anular los votos para beneficiar a algún candidato. En Ecuador una boleta que esté rayada por fuera del lugar donde se consigna el sufragio, que tenga palabras, dibujos u otros se considera como nula.

Los miembros del Interamerican Institute For Democracy Ricardo Israel y Marcel Feraud se refirieron a la influencia del correísmo y de su líder, el expresidente Rafael Correa, en el debilitamiento de la institucionalidad en el Ecuador. Israel señaló que “el correísmo que la versión del castro-chavismo” y aseguró que “un fraude electoral siempre es el equivalente a un golpe de estado a la confianza y una indicación de corrupción”. Mientras que Feraud resaltó que “en el Ecuador el fraude electoral está institucionalizado” desde que Correa “metió las manos” en los otros poderes del Estado.

Estas reflexiones coinciden con la más reciente investigación de Ágora Ciudadana que detalla cómo el ex presidente Correa se apropió del organismo encargado del proceso electoral y cómo sus sucesores continuaron con prácticas que debilitaron la democracia. El libro De Simon a Atamaint: El Consejo Nacional Electoral en tiempos de la Revolución Ciudadana plantea la hipótesis de que “el organismo electoral fue cooptado desde sus orígenes y utilizado de acuerdo a los requerimientos del proyecto gobernante, provocando una generalizada desconfianza en los procesos electorales y efectos negativos en el sistema político ecuatoriano”.

La investigación indica, por ejemplo, cómo tres de los presidentes del Consejo Nacional Electoral mostraron sus afinidades con el gobierno de Rafael Correa. Omar Simon, que presidió el órgano entre el 2009 y 2011, se convirtió en Secretario de la Presidencia de Correa en el 2014. También Domingo Paredes, presidente del CNE entre 2011 y 2015, en el 2016 se afilió al entonces partido de Rafael Correa. Asimismo, Juan Pablo Pozo, recordado por el apagón informático del 2017, fue condecorado por el exmandatario luego de ese proceso electoral.