(Desde Montevideo, Uruguay) - El ex senador uruguayo Gustavo Penadés fue un histórico dirigente del Partido Nacional, que desde 1990 ocupó cargos electivos en distintos ámbitos de la política uruguaya: fue edil en el legislativo de Montevideo, diputado y senador. Era un legislador destacado incluso por dirigentes de la oposición hasta que en marzo, luego de una denuncia pública, su reputación se hizo añicos.
Penadés fue denunciado públicamente por Romina Celeste Papasso, una mujer trans militante del Partido Nacional, y su comentario desencadenó una investigación por abuso de menores y explotación sexual. Este martes 10, el ahora ex senador fue imputado por 22 delitos de explotación sexual, en calidad de autor y en reiteración real, en su mayoría retribución a la explotación sexual de menores de edad.
Tras conocerse la decisión de la Justicia de formalizar la investigación contra el senador, el Senado y la Cámara de Diputados de Uruguay decidieron expulsarlo de su representación. La misma decisión tomó el Partido Nacional y varios de sus dirigentes expresaron su sorpresa por una vida paralela que mantenía Penadés, que para ellos era desconocida.
Uno de los dirigentes que planteó la sorpresa fue el presidente Luis Lacalle Pou. Luego de la denuncia de Celeste Papasso, el mandatario uruguayo había afirmado que creía en la versión de Penadés aunque con la acumulación de denuncias cambió de posición. “No es un día fácil, es un día muy triste”, expresó este miércoles, tras conocerse la decisión de la Justicia.
“De confirmarse en una sentencia esta situación, no es la persona que uno conoció”, aseguró Lacalle Pou. Definió el caso como un “tema serio” y “grave en lo institucional”, indicó.
La investigación sumó nuevos elementos luego de la audiencia de este martes. Por la noche, en declaraciones a la prensa, la fiscal Alicia Ghione informó que el director del Comcar –una de las cárceles de máxima seguridad del país–, Carlos Taroco, había sido detenido esa misma tarde por “colaborar en el plan de Penadés que presentaba como un plan contra él”, lo que calificó de una “estafa procesal”.
Durante la primera etapa de la investigación, Penadés salió a decir públicamente que había una “trama” contra él. El 5 de julio, cuando rompió el silencio en radio Universal, señaló que un joven condenado por dos estafas estuvo detrás de un plan para perjudicarlo en el proceso judicial.
Esa supuesta “trama” terminó siendo clave para que terminara en prisión, informó El Observador. A partir de escuchas telefónicas y de la incautación de los celulares concluyeron que es “una estafa procesal” porque ese plan era armado a partir de información pública, con colaboración de asesores y de policías.
El senador utilizó los recursos estatales para conseguir presuntas pruebas y así fundamentar que había una “trama” en su contra”, indicó la fiscal. Una escucha telefónica evidenció que Horacio Tejera, un colaborador de confianza de Penadés, pidió información a una funcionaria de la Corte Electoral sobre un joven de 22 años y su madre.
Había al menos un policía que ingresaba al Sistema de Gestión de Seguridad Pública para buscar antecedentes y cualquier información útil para componer un esquema que buscaba identificar a supuestas víctimas, informó el medio uruguayo. Hay sospechas sobre otros funcionarios públicos involucrados en otros organismos del Estado.
El Ministerio del Interior de Uruguay, Luis Alberto Heber, era uno de los dirigentes políticos más cercanos a Penadés ya que ambos pertenecían al sector Herrerismo, dentro del Partido Nacional uruguayo. El jerarca dio una conferencia de prensa este martes para referirse al asunto: aseguró que se siente engañado y traicionado por la situación. “No sabía que lo formalizarían por 22 delitos, el más sorprendido soy yo”, aseguró.
Penadés permanece en prisión preventiva en una cárcel en Florida, al centro-sur del país.