El paso de Lidia podría ocasionar estas enfermedades en temporada de huracanes

Debido a la intensidad de los vientos y las lluvias, este fenómeno natural puede señalar el comienzo de problemas para la salud

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Las temporadas de huracanes y
Las temporadas de huracanes y ciclones también dejan estrés traumático en las personas que se tratan con ayuda psicológica. (Christian Ruano/ Reuters).

El Sistema Meteorológico Nacional (SMN) ha rastreado la evolución de Lidia desde antes que llegara a Jalisco. El fenómeno natural tocó tierra como huracán categoría 4, pero en cuestión de horas se degrado a baja presión remanente, que se dirigió al sur-sureste de Zacatecas y al nor-noroeste de Aguascalientes. Los vientos fuertes, las tormentas y las inundaciones que suelen suceder durante estas emergencias tienen efectos sobre la salud de las personas aun cuando el clima mejora. Las imágenes de los escombros que dejan los ciclones a su paso son solo el inicio de las repercusiones de estos fenómenos. Existe un peligro silencioso en las zonas afectadas que involucra enfermedades respiratorias, cutáneas y gastrointestinales.

El Banco Mundial advierte que las infecciones propagadas a través de insectos son una amenaza habitual a la salud durante la temporada de ciclones. Con la acumulación de pequeños cuerpos de agua estancada, se conforman lugares donde se originan larvas que podrían provocar enfermedades infecciosas de gravedad. Enfrentar estas emergencias sanitarias se convierte en un desafío para el sector salud, pues la capacidad de respuesta se encuentra limitada debido a los estragos de las tormentas.

Aunque diversas instituciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) han instruido a las personas respecto a cómo cuidar de su salud, aún quedan pendientes distintos factores. Los traumas que experimenta una población vulnerable también son una de las consecuencias principales en temporada de huracanes, por lo que es necesario contar con asesoría especializada para lidiar con el estrés postraumático, según la Asociación Americana de Psicología (APA).

Las infecciones más comunes tras un huracán

Durante la temporada de huracanes, varias enfermedades como la bronquitis y las infecciones en las vías respiratorias superiores registran un alza. Las fuertes lluvias y los vientos concentran alérgenos en el aire, lo que puede desencadenar ataques de asma en personas susceptibles. Además, las inundaciones pueden dejar residuos de moho en viviendas, lo que también puede desencadenar problemas respiratorios y cutáneos.

Las inundaciones suelen contaminar comida
Las inundaciones suelen contaminar comida y depósitos de agua limpia que estaba destinada a los albergues. (AP Photo/Thodoris Nikolaou).

Las inundaciones causadas por los ciclones pueden contaminar las fuentes de agua de la población con bacterias, virus y parásitos que causan enfermedades gastrointestinales. Beber agua contaminada por materia fecal u otros líquidos nocivos y consumir alimentos que han estado en contacto con desechos sucios puede provocar infecciones estomacales y diarrea, de acuerdo con la Federación Internacional de la Sociedad de la Cruz Roja.

Algunas de estas repercusiones riesgosas para la salud aparecen semanas después del incidente. Enfermedades como el zika, el dengue o el chikunguña, esparcidas por mosquitos, pueden aparecer luego de meses de un huracán; sin embargo, la probabilidad es mínima. Pese a ello, las autoridades recomiendan cuidado. Siete de cada 10 hospitales en América Latina se encuentran en áreas vulnerables a un desastre natural, conforme a la OPS.

Las infecciones respiratorias como la gripe y el resfriado común también tienden a propagarse más fácilmente. Las personas evacuadas a refugios temporales pueden estar en estrecho contacto con otras, lo que facilita la transmisión de virus. Además, la humedad y la falta de higiene adecuada en estos refugios pueden contribuir al contagio de infecciones que aumentan debido a las condiciones de hacinamiento.

¿Cómo tratar el trauma que causa un huracán?

El estrés postraumático es una reacción normal a situaciones extremas, como un huracán devastador. En estos contextos existen prácticas y sugerencias que cualquier persona podría implementar para aminorar el impacto emocional de la experiencia con los desastres naturales. Hablar sobre los sentimientos personales conforma el primer paso del proceso: al compartir experiencias y emociones con amigos y familiares se puede establecer un tiempo para sanar y asimilar el duelo por pérdidas de cualquier tipo, desde un ser querido hasta materiales, pasando por la salud.

También importa la comunicación dentro de las comunidades afectadas, entre las personas. De esta forma se tejen redes de apoyo y sobre todo se implementan soluciones que, con el pasar de los días, podrían semejar una rutina. Esta sugerencia está diseñada con el propósito de proporcionar un sentido de normalidad y control en medio del caos.

Contar con terapias y redes
Contar con terapias y redes de apoyo ayuda a las personas a enfrentar el trauma tras un huracán. (Getty)

Cuidar de la salud propia es uno de los pilares para encontrar una vía hacia la sanación. Mantener una alimentación equilibrada, hacer ejercicio y descansar lo suficiente para fortalecer el bienestar físico conlleva beneficios emocionales. Sin embargo, existen casos en los que se necesitará la asesoría de un profesional de la salud mental. Identificar el momento en el que se debe acudir con un psicólogo es imprescindible para recibir ayuda oportuna: si se percibe que el estrés resulta abrumador e impide el funcionamiento diario, será el tiempo de recibir terapia.

Recomendaciones de la CNPC ante Lidia

La la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) brinda una serie de recomendaciones para que las personas protejan su salud durante el paso de Lidia:

  • Medidas de sanidad: cada estado que presentará afectaciones tendrá que aumentar las prácticas y cuidados de higiene en los alimentos. De esta forma, se evitará la propagación de enfermedades estomacales.
  • Kit de emergencia: será necesario preparar uno que contenga suministros esenciales como medicamentos, documentos importantes y recomendaciones de las autoridades locales (como luces y una radio a baterías).
Las personas en los albergues
Las personas en los albergues también están en riesgo debido al contagio de ciertas infecciones entre refugiados. (REUTERS/Victor Medina).
  • Reportar daños estructurales: será importante avisar de cualquier fisura que haya presentado un hogar. Además, se recomienda conectar servicios de luz y gas cuando se haya descartado la posibilidad de alguna fuga.
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