La inflación en Uruguay bajó por quinto mes consecutivo

La desvalorización del dólar en el país es una de las explicaciones de la caída del Índice de Precios del Consumo

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En septiembre la inflación aumentó un 0,6% con respecto a agosto (Intendencia de Montevideo)
En septiembre la inflación aumentó un 0,6% con respecto a agosto (Intendencia de Montevideo)

(Desde Montevideo, Uruguay) El Índice de Precios del Consumo (IPC) en Uruguay bajó por quinta vez consecutiva en su comparación interanual y se ubicó en 3,87% en septiembre, el dato más bajo desde agosto de 2005, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si se la compara con el mes anterior, la inflación registró un aumento de 0,61 por ciento. El índice volvió a estar dentro del rango que el Banco Central del Uruguay (BCU) fijó como meta (3%-6%).

El dato divulgado el miércoles está en línea con lo pronosticado por los analistas, que proyectaban una baja de los precios para septiembre incluso por debajo del 4%, como sucedió. El mismo mes de 2022 había registrado una inflación alta, lo que favoreció esta disminución anual al excluirlo de la comparación.

El aumento de las frutas y las verduras, el combustible y los alimentos y bebidas explicaron la evolución mensual. El economista Nicolás Cichevski, de la consultora CPA Ferrere, destacó que el resultado estuvo influido por un impuesto al agua y los aumentos en las frutas y las verduras. Hubo una reducción en el componente no transable de la inflación del 6,7% (relacionadas al comercio interno) y de la inflación tendencial.

El economista Aldo Lema, en tanto, consideró “previsible” el aumento de los precios en septiembre. Explicó que se dio, en parte, por la reincorporación del IVA al agua mineral, que se había quitado como una medida por la crisis hídrica que vivió el país meses atrás. El aumento en el mes fue levemente por encima del consenso del mercado (0,53).

A su vez, el economista Santiago Soto sostuvo que este proceso de caída de la inflación se esperaba luego de un 2022 de niveles altos por el contexto internacional. Hacia el final de año, se proyecta que haya un “leve repunte” del IPC, indicó en una entrevista con en El Espectador.

El presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat (REUTERS/Lucinda Elliott)
El presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat (REUTERS/Lucinda Elliott)

La cifra de la inflación en Uruguay se ha mantenido históricamente en torno a un 8%, recordó Soto, quien fue jerarca del último gobierno del Frente Amplio. “Converger rápidamente a un nivel más bajo como el que estamos viendo en estos últimos meses tiene algo de inesperado. Los analistas no esperaban una caída tan rápida y el sector privado sigue pensando en una inflación más alta”, destacó.

Los bienes transables (aquellos expuestos a la competencia internacional) tienen una variación en su precio cercana a 0 en los últimos 12 meses, aunque los no transables están en niveles “más altos”, en torno al 6,7%. Esto, explicó el economista, significa que parte de la caída de los precios se explica por la desvalorización del dólar.

La divisa estadounidense cotiza en Uruguay a 39,2 pesos uruguayos, un valor que implica una depreciación acumulada en los últimos 12 meses del 3,8 por ciento. Sin embargo, en lo que va del mes el dólar se ha valorizado cerca de un 2 por ciento.

“Uruguay viene de un encarecimiento en dólares bastante sostenido durante este tiempo. Entre que la inflación internacional ha bajado, combinado con un tipo de cambio más bajo, los bienes que tienen de referencia al dólar han tenido variaciones muy bajas”, explicó.

Esta inflación más baja genera un “poder de compra real más alto” al que se esperaba en los acuerdos salariales y agrega un nuevo “ingrediente” en la mesa de negociación de las paritarias. El economista destacó que la expectativa es que la inflación cierre el año sobre el techo del rango meta establecido por el BCU.

La consultora Exante, por ejemplo, estima que habrá un “repunte” hacia el final del año pero que el IPC cerrará dentro del rango fijado como objetivo. Sus analistas proyectan una suba “moderada” de la inflación, que cerraría el año en el eje del 5%-5,5%. Para el próximo año, sin embargo, existe el “riesgo” de que vuelva a salirse de la meta del BCU.

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