El tribunal electoral de Nicaragua declaró ilegal al partido indígena YATAMA pocos días después del arresto de sus dos líderes y de la ocupación de sus dos radioemisoras comunitarias en la región del Caribe norte, informaron el miércoles fuentes de esa fuerza.
En una resolución emitida el martes por el Consejo Supremo Electoral (CSE), bajo control del régimen de Daniel Ortega, la entidad notificó que le canceló la personalidad jurídica al partido Yapti Tasba Masraka Nanih Aslatakanka (YATAMA), que en lengua miskita significa “Hijos de la Madre Tierra”.
La cancelación del permiso legal de YATAMA, la principal organización política de los miskitos en Nicaragua, se produjo tres días después del arresto de su máximo líder y fundador Brooklyn Rivera, diputado ante la Asamblea Nacional, también controlada por el gobernante Frente Sandinista.
Rivera, de 71 años, fue detenido por efectivos de la Policía Nacional el 30 de septiembre en la ciudad de Bilwi, en el noreste del país, y su paradero es desconocido. Al día siguiente se denunció el arresto de su diputada suplente Nancy Elizabeth Henríquez, quien además es presidenta de YATAMA.
Liza Henríquez, hija de la diputada detenida, dijo que tanto su madre como Rivera fueron trasladados aparentemente hacia Managua, pero sus familiares ignoran dónde se encuentran.
La policía tampoco ha informado sobre la situación de los dirigentes miskitos, los únicos dos diputados de YATAMA ante el Parlamento nacional.
Simultáneamente la policía ocupó y confiscó las dos radios comunitarias propiedad de YATAMA en las ciudades de Bilwi y Waspam, denunció el partido indígena en un comunicado en el que exigió su devolución y la liberación de sus líderes.
En un comunicado el estatal Instituto de Telecomunicaciones y Correos (Telcor) indicó que ambas emisoras pasarían a manos del Estado debido a que estaban operando ilegalmente, “utilizando frecuencias del espectro radioeléctrico sin contar con ningún título habilitante vigente”.
Según YATAMA, estas acciones del régimen buscan impedir su participación en las elecciones regionales previstas para marzo de 2024 en el Caribe norte y sur, donde el partido indígena goza de importante apoyo popular.
Rivera fue uno de los líderes de los “contras” que lucharon militarmente desde el movimiento miskito YATAMA contra el primer régimen de Ortega en la década de 1980. Fue aliado de los sandinistas en las elecciones de 2006 y 2011, pero luego tomó distancia y se declaró diputado independiente.
En los cuestionados comicios de 2021 en los que Ortega fue reelegido por tercera vez tras encarcelar a sus principales rivales políticos, Rivera retuvo su banca de diputado gracias al apoyo de la población miskita.
En abril el régimen le impidió a Rivera ingresar a Nicaragua luego de asistir a un foro de Naciones Unidas en Nueva York donde denunció las frecuentes invasiones de tierras de las comunidades indígenas. Rivera dijo que se vio obligado a ingresar al país por “puntos ciegos” de La Mosquitia, en la frontera con Honduras.
Nicaragua vive una grave crisis social y política desde la rebelión que estalló en abril de 2018 y que fue reprimida con violencia por policías y paramilitares con un saldo de 355 muertos, más de 2.000 heridos y al menos 100.000 exiliados durante ese año, según organizaciones de derechos humanos.
(Con información de AP)