(Washington, Estados Unidos) El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, dijo este martes en Washington que las actuaciones del Ministerio Público del pasado fin de semana, ingresando al Tribunal Supremo Electoral son parte de un “golpe de Estado en slow motion” y representan “una grave alteración del orden constitucional”.
En ese sentido, durante un evento en el Wilson Center, Arévalo aseguró que esta situación “debe ser examinada por la Organización de Estados Americanos (OEA) de conformidad con el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana”.
Ese artículo asegura que “en caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente”.
La Carta Democrática asegura también que “el Consejo Permanente, según la situación, podrá disponer la realización de las gestiones diplomáticas necesarias, incluidos los buenos oficios, para promover la normalización de la institucionalidad democrática”.
La OEA ya tiene operando en Guatemala una misión de observación para acompañar el proceso de transición entre el gobierno de Alejandro Giammattei y el de Arévalo, liderada por el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
Golpe en “<i>slow motion</i>” y críticas al gobierno
En su discurso en Washington, Arévalo aseguró que la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, que se encuentra en la lista de actores corruptos y antidemocráticos que elabora en Departamento de Estado de EEUU, ha emprendido acciones ilegales intentando suspender a su partido político y a los medios de comunicación.
“Sus agentes allanaron las oficinas del Tribunal Electoral por segunda vez, esta vez confiscando por la fuerza los recuentos de votos certificados por el personal del tribunal. Abusaron verbal y físicamente. Esto es indignante e inaceptable”, dijo Arévalo.
En su comparecencia ante el Wilson Center, Arévalo también cargó contra el actual gobierno de Giammattei. “La campaña de persecución judicial pone en duda el compromiso de las autoridades actuales con una transferencia fluida del poder y pretende sembrar dudas sobre si los legisladores seleccionados podrán ejercer todos sus derechos como partido político en el Congreso”, dijo.
“Nosotros y el pueblo guatemalteco en general no creemos que los fiscales actúan por propia iniciativa. Lamentable es verdad que Guatemala no tiene separación de poderes. Y si bien esta ha sido una tendencia durante más de una década, ha empeorado mucho bajo la administración actual. El Ministerio Público, que está a cargo del procesamiento penal y el Poder Judicial, junto con gran parte del Congreso actual, están sujetos a la autoridad presidencial. Todas las acciones recientes del Ministerio Público se basan en un terreno legal inestable o son completamente inconstitucionales”, dijo Arévalo.
¿Arévalo llegará a asumir en enero?
Ante una sala llena, Arévalo dijo que todas estas acciones buscan “descarrilar o impedir” su juramentación como presidente, prevista para enero. “Este esfuerzo ha estado en curso desde poco después de las elecciones y ha creado un ambiente político de incertidumbre y tensión”, dijo.
Más adelante, en otro tramo del evento, en el que fue entrevistado por el director del programa de América Latina del Wilson Center, Benjamin Gedán, Arévalo fue consultado sobre si cree que podrá asumir el cargo en enero del año próximo.
“Ohh si, claro. No tengo ninguna duda al respecto. Va a ser una carretera llena de baches. No nos lo están haciendo fácil, pero sí creo que a estas alturas el nivel de rechazo que hay en la sociedad guatemalteca por lo que están haciendo estas fuerzas, el Ministerio Público, es realmente muy importante”, respondió el presidente electo.
Restaurar la independencia judicial
Según dijo Arévalo, una de sus primeras misiones apenas asuma la Presidencia de Guatemala en enero será “restaurar la independencia” de las instituciones judiciales.
“Restablecer la confianza en su eficacia a través del respeto y el apoyo por su misión. Todo el aparato estatal se ha debilitado desde dentro debido a la creciente influencia de las redes criminales y soy consciente de que no será fácil desalojarlas”, agregó el presidente electo de Guatemala.
“Tenemos un mandato claro y un apoyo muy fuerte de cientos de miles de ciudadanos que quieren una sociedad civil más cohesiva, que reúna a organizaciones estudiantiles, de trabajadores, de organizaciones indígenas y de ciudadanos de diferentes ámbitos de la vida”, agregó.