(Desde Santiago, Chile) El Consejo Constitucional en Chile entra en su recta final. Esta semana es la última en la que habrá votaciones en el pleno antes de entregar el proyecto constitucional al Comité de Expertos, quienes podrán hacer sugerencias para mejorar las enmiendas. El trabajo debe estar cerrado el 7 de noviembre, que concluye con el voto a favor o en contra del texto de parte de los mismos consejeros. Y el 17 de diciembre se debe votar el plebiscito de salida.
Las encuestas, eso sí, no son nada favorables para el nuevo proceso. De acuerdo al estudio Plaza Pública, de Cadem, un 24% de las personas encuestadas votaría a favor de la nueva Constitución así tal como la han escrito los consejeros, mientras que un 54% la rechazaría.
Y, mirando con lupa, 19% prefiere que se apruebe la Constitución que han hecho los consejeros, cuya mayoría son republicanos; un 27% se inclina por el anteproyecto que hicieron los expertos y que fue desdibujado casi por completo en el consejo, y un 41% optaría por rechazar y seguir con la carta magna actual.
De todas formas, José Antonio Kast, presidente del Partido Republicano, parece estar empeñado en que la propuesta de Constitución sea aprobada. Y se tiene confianza.
“Esto lo vamos a dar vuelta en dos meses”, dijo ayer el ex candidato presidencial en un seminario económico del Grupo Security.
“Este 17 de diciembre tenemos una gran, gran oportunidad, inmejorable para cambiar el futuro de Chile”, añadió el presidenciable, quien se puso en la vereda contraria a Evelyn Matthei, la política mejor aspectada para convertirse en presidenta, y quien dijo que, así como está, ella votaría en contra de la propuesta en construcción.
“Yo soy un convencido de que si la dimos vuelta en cuatro meses (en referencia al rechazado primer proceso constitucional), esta la vamos a dar vuelta en dos meses”, dijo Kast, quien añadió no estar preocupado de una futura carrera presidencial en caso de que no prospere la nueva Constitución.
“Vamos subiendo, lento, lento, pero seguro, y otros van bajando. La subida va a ser permanente, en la medida que comuniquemos las cosas positivas que se están haciendo”, añadió.
Como no se trata de voluntarismo puro del líder republicano, se espera que apenas se terminen las votaciones en el pleno, los consejeros del partido se desplieguen en sus regiones para difundir lo aprobado.
Más importante aún, es que se han reunido con partidos de centro derecha más allá de Chile Vamos, como Amarillos y Demócratas, colectividades que nacieron, justamente, al alero del rechazo del proceso anterior.
El fuego amigo
No todos están convencidos de jugársela por el proyecto constitucional. El senador Rojo Edwards, el otro liderazgo relevante dentro del Partido Republicano, encabeza un movimiento llamado “Un militante un voto” que ayer ha sugerido que los representantes republicanos en el consejo podrían rechazar la propuesta de una nueva constitución. Si la llegasen a rechazar, por cierto, considerando su mayoría, el proceso se viene abajo y ni siquiera sería necesario llegar al plebiscito de salida.
“Los republicanos tienen la gran oportunidad, porque el proceso fue diseñado de esta manera, de no exponer nuestros principios a un plebiscito que se rechazará por motivos ajenos al texto presentado. Las ideas de la libertad no deben hacerse cargo de la fatiga constitucional que lleva este proceso al fracaso”, reza el comunicado del movimiento difundido ayer por “Un militante un voto”.
“Los republicanos podemos abortar el plebiscito elegantemente vía consulta vinculante a la militancia. Vemos una gran mayoría inclinada a rechazar en diciembre independiente del texto que se les presente”, aseguran los dirigentes, quienes marcan distancia con los planteamientos de la actual mesa.