(Washington, Estados Unidos) Las obras iniciadas del lado haitiano en un río compartido con República Dominica está provocando un conflicto internacional entre los dos países ubicados en la isla La Española que tensa más una situación ya compleja en la frontera por el drama migratorio. Por este conflicto, la frontera entre ambos países está cerrada por decisión del gobierno dominicano.
El conflicto llegó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y el secretario general Luis Almagro se ofreció como mediador, pero casi una semana después aún espera respuesta de Haití, según supo Infobae. El martes 26 de setiembre Almagro emitió un comunicado en el que informó que se ponía a disposición “para colaborar en todos los aspectos necesarios para resolver el diferendo” y señaló que es “preciso resolver esta controversia basándose en el principio de buena vecindad y amistad entre ambos países y sus líderes”.
Dos días después, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, transmitió a Almagro que aceptaba la mediación. Además, en un comunicado, le pidió que fuera al terreno a ver las obras que se están construyendo. “Apelamos encarecidamente a la OEA, a través del Secretario General, a interponer con urgencia sus buenos oficios”. Pide allí que la OEA “asegure una solución pacífica de la presente controversia y prevenir un mayor deterioro de las relaciones entre los dos países”.
Sin embargo, según supo Infobae, hasta este lunes al mediodía no hubo respuesta de Haití al ofrecimiento de mediación de Almagro.
Por qué es el conflicto
Los dominicanos lo llaman río Dajabón. Los haitianos Masacre. En cualquier caso se trata del mismo caudal de agua compartido entre los dos países, que ahora está generando un conflicto diplomático.
Si bien para los parámetros de Haití -que atraviesa una crisis humanitaria y de seguridad- este es un tema menor, para República Dominicana se considera un ataque a la soberanía.
¿Qué es lo que sucede? Una empresa privada de Haití, con el respaldo del gobierno de ese país, está realizando un canal en fronterizo río Masacre-Dajabón, con el objetivo de sacar agua de allí ante la sequía que sufre esa región.
República Dominicana entiende que se trata de una obra “unilateral e ilegal”, dado que la obra le puede privar el uso a los dominicanos acceder a un río que consideran propio.
“La construcción unilateral de un canal de trasvase con capacidad de desviar el curso del agua de su cauce natural, significaría la posible extinción del caudal del río aguas abajo hasta su desembocadura. En términos prácticos, esto permitiría la enajenación de un bien de dominio público imprescindible que sirve de sostén para las actividades productivas de la zona y de sus recursos naturales”, sostuvo el gobierno de Abinader.
La posición de Almagro
Cuando ofreció la mediación e hizo un llamado al diálogo, el secretario general de la OEA dijo que “no puede caber duda de que Haití y República Dominicana tienen derechos iguales de uso” sobre el río y que es vital que ambos países puedan acceder a él en momentos de sequía como el que están viviendo.
“Ese uso debe ser asegurado conforme al Derecho Internacional y los tratados vigentes entre ambos países”, escribió el secretario general.