(Desde Santiago, Chile) El Liceo de Aplicación es uno de los más conocidos establecimientos educacionales de Chile.
El problema es que, de una tiempo a esta parte, el recinto suele hacer noticia porque los alumnos se toman el liceo o por las escaramuzas que suelen hacer encapuchados afuera, que luego se esconden en el establecimiento y que siempre tienen alguna razón para protestar. Sin ir más lejos, en las inmediaciones del lugar suele haber vehículos de fuerzas especiales de Carabineros o el famoso carro lanza aguas, que a estas alturas ya forman parte del paisaje.
Pasó hace un par de semanas, el mes anterior y, sin ir más lejos, este lunes, justo en el día en que la alcaldesa firmó el acta de expulsión de varios alumnos.
Eso sí, lo del lunes casi se va de las manos.
En medio de la revuelta, un inspector de nombre Claudio Peralta trató de impedir que encapuchados quemaran los basureros dentro del establecimiento, y terminó rociado con líquido acelerante.
El teniente coronel Robinson Villarroel, de la Prefectura Central de Carabineros, relató en Canal 13 que afuera del Liceo de Aplicaciones un grupo de encapuchados “comenzaron a lanzar diferentes tipos de artefactos incendiarios, entre ellos bombas molotov, fuegos artificiales en contra de las personas que pasaban por el lugar y posteriormente en contra del personal de Carabineros. Gracias al rápido actuar se logró la detención de un joven de 18 años, quien fue sorprendido de manera flagrante lanzando bombas molotov al personal policial. Estos delincuentes, auto denominados como estudiantes, luego ingresaron al liceo, donde intentaron incendiar los basureros. Ante esta situación, uno de los inspectores generales trata de evitar este hecho, ya que podían provocar un incendio mayor al interior, lo que provoca que estos alumnos lo rocíen con algún líquido acelerante”.
Aunque por poco no lo encendieron, el susto hizo que el docente se descompensara y fuese trasladado a un centro asistencial en una ambulancia.
El joven detenido, en tanto, sería alumno del Liceo de Aplicación, aunque por lo del inspector se investiga a cuatro personas.
Expulsiones
De acuerdo a una información del diario El Mercurio, a estas alturas del año ya se han hecho 570 procesos por faltas graves o gravísimas a la convivencia escolar. Estos procesos han determinado la expulsión de 30 alumnos de diferentes establecimientos de la comuna y 24 cancelaciones de matrícula (lo que quiere decir que los padres tendrán que buscar cupos en otros colegios) por infracciones al reglamento interno.
“Estos hechos no pueden quedar en la impunidad, y esto requiere de la aplicación de los reglamentos internos de convivencias escolar y también de la investigación de las policías y fiscalía para que non queden sin sanción aquellos hechos que son constitutivos de delito… en varios casos se ha aplicado la sanción máxima, que es la expulsión, lo que sucedió en 30 casos este año. El año pasado también hubo muchas situaciones de ese tipo”, dijo la alcaldesa de la comuna de Santiago Irací Hassler.