(Desde Montevideo, Uruguay) - El narcotraficante Juan Antonio González Bica se disfrazó de médico en una ambulancia para disimular que trasladaba 420 kilogramos de cocaína y pasta base por las rutas uruguayas. La Policía, sin embargo, logró identificarlo y lo detuvo en junio de 2022. Poco más de un año después, el hombre consiguió la prisión domiciliaria aduciendo problemas de salud y se escapó.
La fuga de González Bica dejó en evidencia la existencia de una organización que falsifica documentos de narcotraficantes para que puedan salir de prisión o reducir su condenas. En total, fueron cinco los procesados que se escaparon durante este año, según los datos del Ministerio del Interior (MI) informados por El Observador.
Una investigación de la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas dejó al descubierto la organización que se dedicaba a la falsificación de documentos para liberar narcotraficantes, informó El País el viernes 22. Los delincuentes obtuvieron en forma directa prisiones domiciliarias gracias a certificados médicos truchos que no eran controlados en los juzgados o que el Instituto Técnico Forense daba por buenos para realizar los dictámenes policiales.
Estos certificados truchos fueron presentados por abogados en los juzgados especializados en Crimen Organizado, en Montevideo. La abogada Mercedes Acosta está en prisión preventiva por integrar esta banda.
Después de la fuga de González Bica, el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, informó en su cuenta de Twitter de la fuga de otro “peligroso narcotraficante” –como lo definió– con prisión domiciliaria y sin tobillera.
El jerarca contó que había sido condenado a cuatro años y siete meses de prisión, pero que tres meses después de la condena fue excarcelado. “Pedimos que rápidamente se analizaran estas condenas domiciliarias pero no llegaron a tiempo”, criticó Heber, en referencia a la actuación de la Justicia.
“Es muy desalentador ver la falta de compromiso en la lucha contra el narcotráfico. Muchos recursos, escuchas y seguimientos para presentar a la Justicia pruebas contundentes, para que luego se determine prisión domiciliaria sin tobillera”, escribió Heber en el posteo.
Fueron 53 los casos de imputados por delitos vinculados a drogas que obtuvieron prisión domiciliaria en 2023. De ese total, 35 siguen sujetos al control de la Dirección Nacional de Supervisión de Libertad Asistida (Dinasla). De los restantes, tres fallecieron, cinco cumplieron su pena, cinco fueron reintegrados a prisión y cinco se fugaron.
La “batalla” contra el narco
En una conferencia de prensa, el ministro Heber dijo que los narcotraficantes se fugaron a Brasil y que se está trabajando para poder capturarlos. “No sé por dónde están, es algo que indigna a la Policía y yo como defensor y quien respalda el accionar de la Policía estoy más indignado”, dijo.
Heber informó, además, que propondrá cambios en la Rendición de Cuentas –que se discute en la sede del Congreso– para evitar que el sistema judicial vuelva a verse expuesto a estas fugas.
Los narcotraficantes que se escaparon eran distribuidores de la droga. “Esta gente era pesada”, los describió Heber en Subrayado.
Heber dijo que para evitar situaciones similares sería clave que se pidieran las historias clínicas de los procesados, que no pueden ser falsificadas.
El ministro del Interior insistió en sus críticas contra la Justicia y dijo estar indignado por las decisiones. “No es falta de prudencia. No es invadir competencias. Es indignación. No vamos a bajar los brazos”, escribió en Twitter.
El jerarca agregó que hubo una actitud “permisiva con gente muy peligrosa” en el país. El gobierno uruguayo está dando una “batalla” contra el narcotráfico que apuesta a reducirlo en tres niveles: el gran narcotráfico, los distribuidores y las bocas de pasta base.
“La sociedad uruguaya en estos últimos 20 años ha visto cambiada su situación de tranquilidad producto del narcotráfico, porque se roba, rapiña y asesina para el narcotráfico. Se paga droga con la rapiña; se paga droga con el hurto. No hay que separar los homicidios del hurto y de la rapiña. Así es como el narcotráfico penetra en nuestra sociedad y destruye los valores del Uruguay”, describió el ministro.