(Desde Montevideo, Uruguay) A cien años del nacimiento del histórico político y periodista uruguayo Manuel Flores Mora, la Biblioteca Nacional de Uruguay organizó un homenaje para recordar al dirigente del Partido Colorado, la colectividad que más años ha gobernado el país. El encuentro, del participaban el ex presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000) y la poeta Ida Vitale (ganadora de un premio Cervantes en 2018), fue interrumpido por la presencia inesperada de uno de los hijos del homenajeado.
“No me quieren dejar hablar”, se quejó Felipe Flores Silva, el segundo hijo de Flores Mora, cuando llegó al lugar e interrumpió el discurso del director de la Biblioteca Nacional de Uruguay, Valentín Trujillo. Su hermano, Manuel Flores Silva, se acercó al estrado y le dijo que no estaba previsto su discurso.
“A mí qué me importa. ¡Es el homenaje a mi padre!”, le contestó su hermano, según quedó registrado en un video del diario La Prensa.
En ese momento, comienza un forcejeo entre los hermanos y la invitación de Manuel: “Vamos a salir afuera”. “No vamos a salir afuera un carajo”, le retrucó su hermano. Varias personas se acercaron a separar.
De lejos, Vitale, Sanguinetti, el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, y el historiador Gustavo Toledo miraban la escena sin reaccionar.
—¡Le pido al público que me ampare en el uso de la palabra! Soy el hijo segundo de Manuel Flores Mora y no he sido consultado en la realización de este acto —dijo Felipe dirigiéndose a los espectadores.
—Sos psiquiátrico. ¡Andate! —le gritaron.
Felipe Flores Silva cuestionó que se estaba presentando un libro que, según su interpretación, viola los derechos de autor y quería hacer algunas aclaraciones. El texto incorporaría viejos escritos de Manuel Flores Mora, que él no había autorizado para su difusión.
Varios presentes se acercaron para que terminara con sus reclamos y permitiera que el acto siguiera con normalidad. Finalmente, acordaron que hablara unos minutos.
Durante su discurso mandó “a la mierda” a una persona que se había quejado de sus palabras. Desde el público le gritaban que no estaba respetando la memoria de su padre, a lo que él respondió: “Estoy seguro que mi padre me estaría respaldando porque esto es una chanchada que me hace mi hermano o ex hermano mayor”.
Una de las personas que se acercó a tranquilizarlo fue el comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit, quien lo convenció de que finalizara su discurso y se retirara.
Pero antes de terminar, Felipe Flores Silva insultó a una persona que, según él, le hacía gestos desde el público. “No me hagas señas porque te voy cagar a patadas, gordo de mierda”.
“Juro por mi vida que el libro no va a salir”, dijo, y finalizó con otra respuesta a un espectador: “No me digas cagón porque si yo fuera cagón no estaría acá haciendo esto. El cagón sos vos, mentiroso”.
Cuando terminó, se retiró de la sala y continuó el acto.
El ex presidente Julio María Sanguinetti recordó la versatilidad de ‘Maneco’, como le decían a este político colorado que fue ministro en los años 60. “Nunca vi a un periodista así. Tenía la capacidad extraordinaria de escribir sobre cualquier tema con sensibilidad”, destacó el ex mandatario, que pertenece a la misma colectividad política.
La poeta Ida Vitale recordó a la Generación del 45, a la que tanto ella como Flores Mora pertenecieron. “No puedo hablar de ‘Maneco’ sin pensar en el pequeño grupo al cual me tocó, por una suerte increíble, acercarme”, dijo Vitale.
“Allí cada uno tenía una personalidad indiscutible, que contagiaba y era opuestas a la de sus amigos”, recordó.