El presidente Luis Arce propuso en las Naciones Unidas un cambio inmediato del sistema capitalista cuando las inversiones extranjeras se van de Bolivia por falta de libertades económicas.
También condenó las guerras: “Expresamos nuestra preocupación por el considerable número de conflictos armados que azotan a la humanidad, muchos de ellos promovidos por las trasnacionales de la guerra, pero también por el afán de imponer un orden político y económico mundial, funcional a los intereses del capitalismo”.
A propósito, al mencionar la invasión armada de Ucrania por el ejército ruso desde principios de 2022, Arce usó en su discurso esta definición: “El conflicto militar en el Este de Europa”.
Pidió la condonación de la deuda externa de los países pobres, el respeto a la madre tierra, al agua y la suspensión de lo que él considera que es el bloqueo “criminal” de Estados Unidos a Cuba.
Según el canadiense Instituto Fraser y el Centro de Estudios Públicos POPULI, la posibilidad de hacer negocios, invertir, exportar y generar riqueza en Bolivia se ve limitada por la sombra del aparato gubernamental, lo que ubica al país entre las tres naciones con menor libertad económica en Sudamérica.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, confirmó que las inversiones no están llegando a Bolivia. El informe titulado “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2023″ muestra que Bolivia registró una desinversión de 26 millones de dólares.
“En 2022 en Bolivia, se registraron entradas de Inversión Extranjera Directa (IED) negativas (26 millones de dólares), lo que significó una disminución importante con relación a los ingresos recibidos en 2021 (105%)”. “Esta evolución se explicó por desinversiones en hidrocarburos (307 millones de dólares), manufacturas (12 millones de dólares)”.
El discurso de Arce fue criticado por los opositores en el parlamento.
La diputada Andrea Barrientos del partido Creemos dijo que el mensaje de Arce para proteger a la madre tierra y el agua es una enorme hipocresía. “Hablamos de un país en el que el mismo Luis Arce se ha opuesto a firmar la política de deforestación cero en la Amazonia”.
La senadora Centa Rek, de Comunidad Ciudadana: “En realidad, su actitud y mensaje son totalmente hipócritas porque habla de preservar el medioambiente (…) cuando nos encontramos peleando por (preservar) acuíferos (en Santa Cruz), elemento vital para la vida. No fue serio, dijo exactamente lo contrario de lo que hace su gobierno”.
Estos voceros de la oposición hicieron notar las coincidencias, casi textuales, entre el discurso de Arce y el de Miguel Díaz-Canel en las Naciones Unidas respecto del orden financiero internacional.
El cubano dijo que los esfuerzos de los países en desarrollo “tienen que estar respaldados con acciones concretas de acceso a mercados, financiamiento en condiciones justas y preferenciales, transferencia de tecnologías y cooperación Norte-Sur”.
Asimismo, catalogó de injusta la arquitectura financiera internacional “porque fue diseñada para lucrar con las reservas del Sur, perpetuar un sistema de dominación que acrecienta el subdesarrollo y reproducir un modelo de colonialismo moderno”.
El presidente boliviano: “Es preciso y urgente cambiar el sistema capitalista en tiempos de neoliberalismo, que multiplica y reproduce las formas de dominación, explotación y exclusión de las grandes mayorías.”
Arce insistió en mencionar los logros económicos de su gobierno, basado en la baja inflación y una tasa de crecimiento superior a 2%.
Juan Antonio Morales, quien fue presidente del Banco Central cuando Arce era asistente de gerencia, dijo en una columna de opinión que el crecimiento del PIB es mínimo.
“Pero que la situación es aún peor cuando uno se detiene en los sectores. En los sectores productivos, como los llama el gobierno, para establecer cuotas de crédito a los bancos, los resultados son muy magros. En promedio ponderado han crecido en 0,93%. Hidrocarburos ha continuado en caída libre, -2,5%. El sector más dinámico es el de “otros servicios” (restaurantes, hoteles, servicio doméstico, etc.), con un maravilloso 5,1%. Por el lado del gasto, el consumo del gobierno creció en 2,1%, reflejando la continua expansión del empleo en el sector público. El derrumbe del volumen de las exportaciones es alarmante, -18,2%”.
La perspectiva es que las exportaciones sigan cayendo debido al agotamiento de las reservas de gas, que han obligado a cortar la vigencia del contrato de venta a la Argentina, interrumpiendo un flujo que había comenzado en 1971.
El economista Gonzalo Chávez dice que también la crisis económica de la China comunista hará que se reduzcan sus compras de materias primas bolivianas, que tienen precios afectados ya por la caída mundial de la demanda.