Tensión entre el Gobierno de Bolivia y Santa Cruz por la construcción de una nueva carretera sobre acuíferos

Las autoridades cruceñas y ambientalistas advirtieron que el proyecto afectará a los acuíferos de esa región del país

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Manifestantes cruceños protestaron contra la construcción de una carretera sobre acuíferos

En medio de una dura sequía que ha provocado escasez de agua en Bolivia, unos acuíferos son el centro de una disputa política entre el gobierno del presidente Luis Arce y representantes de la provincia de Santa Cruz encabezados por su gobernador preso, el opositor Luis Fernando Camacho.

Vecinos de pueblos aledaños a Santa Cruz, la región más rica y poblada del país, anunciaron que cortarán una vital carretera que une esa región del oriente con La Paz en respaldo a la construcción de una nueva vía que atravesará una reserva que suministra agua a la capital cruceña y que es promovida por el gobierno de Arce.

“Vamos a volver a bloquear rutas, para nosotros la nueva carretera es una necesidad social, no es un asunto político”, dijo el lunes Rolando Salazar, dirigente de los vecinos que apoyan la nueva vía de 80 kilómetros entre Santa Cruz y pueblos vecinos.

El conflicto estalló en agosto y por varias semanas los pobladores cortaron la carretera entre Santa Cruz y La Paz, por donde transitan las exportaciones hacia puertos del Pacífico, causando pérdidas millonarias, según la Cámara Nacional de Exportadores.

La estatal Administradora Boliviana de Carreteras dijo que la ruta no afecta las reservas hídricas porque por allí ya pasa un camino de tierra. El ministro de Planificación, Sergio Cusicanqui, aseguró que el gobierno respalda el trazo inicial y calificó de “política” la oposición de la gobernación cruceña.

Luis Fernando Camacho advirtió que
Luis Fernando Camacho advirtió que “mientras sea gobernador, ninguna carretera afectará los acuíferos de Santa Cruz”

“No queremos dañar el medioambiente, pero también queremos llevar progreso a las comunidades. Tenemos que buscar un equilibrio sin posturas políticas”, dijo Cusicanqui.

Pero la semana pasada Camacho advirtió que “mientras sea gobernador, ninguna carretera afectará los acuíferos de Santa Cruz”. El gobernador está preso en una cárcel de La Paz de forma preventiva desde principios de año mientras es investigado por sedición y terrorismo en relación con el estallido social de 2019 que precipitó la renuncia del entonces presidente Evo Morales (2006-2019), actual jefe del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).

Camacho era entonces líder opositor y encabezó las protestas tras las elecciones denunciadas como fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos (OEA) y en las que Morales buscaba un cuarto mandato consecutivo. Camacho se ha declarado preso político.

El conflicto por la carretera -cuyo costo es de 180 millones de dólares- se presenta en momentos de escasez de agua en varias regiones por una de las sequías más duras de los últimos años que ha puesto en emergencia al gobierno y a las autoridades regionales.

Los activistas cruceños rechazan la nueva ruta. “El 85% del agua que consume Santa Cruz viene de acuíferos. Una carretera afectará de cualquier manera”, dijo el ambientalista Antonio Sanjinés.

Faltante de lluvias y ola
Faltante de lluvias y ola de calor genera una baja en el nivel del agua del lago Titicaca en Bolivia (REUTERS/Claudia Morales)

El Gobierno de Arce anunció la semana pasada una campaña para el uso eficiente del agua ante la sequía que azota a varias regiones del país.

El ministro de Medio Ambiente y Agua, Rubén Méndez, informó el lanzamiento de la “Política Nacional del Uso Eficiente del Agua”, para “concientizar a la población” en el ahorro del líquido.

Además, dijo que se aprobó un programa para la “construcción de presas grandes en toda la codillera (de Los Andes) para cosechar agua”, con un presupuesto de 500 millones de dólares, para el consumo humano y el riego de cultivos.

Varias regiones del país se han declarado en emergencia por la falta de lluvias que ha impactado en los caudales de ríos y lagunas y en los cultivos, mientras que la población teme que se registre un racionamiento de agua en los hogares.

En ese sentido, el ministro señaló que en el país no hay “mucho problema” con el agua para consumo humano “excepto en algunas ciudades”, por lo que “se va a garantizar” el suministro.

(Con información de AP y EFE)

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