Miles de indígenas y campesinos se unieron el lunes a la convocatoria del presidente electo Bernardo Arévalo, quien pidió defender en las calles la democracia y los votos de quienes lo eligieron para gobernar el país centroamericano por los próximos cuatro años.
El llamado de Arévalo se dio en medio de la arremetida del Ministerio Público contra la elección, el tribunal electoral que lo declaró ganador, el partido que lo llevó a la presidencia y el mismo Arévalo.
Al grito de “Renuncia Consuelo” para pedir la dimisión de la fiscal general Consuelo Porras, los manifestantes convocados por organizaciones indígenas y campesinas iniciaron una marcha frente a la sede de la Cámara de la Industria, que aglutina a empresarios que apoyan la gestión de Porras.
Aleisar Arana, miembro del Parlamento Xinca, dijo que la marcha busca “que se detenga el golpe de Estado que ella está encabezando desde la fiscalía” y la renuncia de los fiscales Rafael Curruchiche y Cinthia Monterroso y del juez Fredy Orellana, quienes realizan las investigaciones contra el Movimiento Semilla, el partido de Arévalo.
Los manifestantes, que llegaron desde varios departamentos del país portando carteles en alusión a Porras y los otros funcionarios, sostuvieron que la protesta seguirá hasta que se produzcan las renuncias.
La semana pasada la fiscalía realizó durante dos días allanamientos a la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) tras una denuncia de un ciudadano, dijo Curruchiche.
La indignación creció luego de que empleados de la fiscalía dirigidos por Curruchiche y Monterroso, cumpliendo una orden de Orellana, abrieron las cajas y verificaron voto por voto de la primera vuelta del 25 de junio, algo que según la ley sólo le está permitido al TSE y a las Juntas Receptoras de Votos. Curruchiche dijo entonces que la fiscalía abrió 70 cajas electorales para verificar su contenido.
Esa elección puso en el balotaje a Arévalo quien terminó ganando con gran ventaja la segunda vuelta del 20 de agosto a la ex primera dama Sandra Torres.
Semilla enfrenta también una investigación judicial que busca suspender su personalidad jurídica por presuntas irregularidades en las firmas presentadas para su constitución.
Las acciones de Curruchiche han cosechado muestras de rechazo internacional y cada día suman nuevos repudios. El lunes la Cámara de Comercio de Guatemala dijo que “fue la voluntad popular expresada en las urnas la que concluyó con la elección” de Arévalo y que “no podemos, bajo engaños irreverentes, seguir permitiendo la manipulación absurda de nuestra democracia”.
El lunes el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) escuchará el informe de su secretario general, Luis Almagro, después de una visita al país para corroborar la situación.
(Con información de AP)