(Washington, Estados Unidos) Las últimas horas en Guatemala volvieron a ser turbulentas. La semana empezó bien, pero en pocas horas descarriló. El lunes el presidente electo Bernardo Arévalo tuvo la segunda reunión de transición con el presidente en funciones, Alejandro Giammattei, en la que recibió mucha información de primera mano con datos sobre la gestión. Todo esto con la observación del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.
Veinticuatro horas después, todo lo bueno de esa reunión se desvaneció. La Fiscalía allanó el martes instalaciones del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y empezó a abrir cajas donde estaban guardados los votos, algo que tanto la OEA como el gobierno electo y el propio tribunal consideraron un ataque directo a la democracia.
La Ley Electoral de Guatemala establece que el único organismo habilitado para manejar los votos es el TSE y este allanamiento, por parte de funcionarios de una Fiscalía acusada de corrupción, es otro golpe más a un proceso electoral que viene siendo muy polémico por interferencias judiciales.
A la noche de ese mismo día, Arévalo convocó a una conferencia de prensa en la que consideró que los episodios protagonizados por el Ministerio Público (MP) en las instalaciones del TSE era parte de un “golpe de Estado en proceso”.
Allí el presidente electo pidió la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, así como del fiscal que lleva adelante estas acciones, Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana, quien ha habilitado estos movimientos. Porras, Curruchiche y Orellana están en una lista negra de Estados Unidos que señala a funcionarios corruptos de la región y tienen prohibido el ingreso al país norteamericano.
“Guatemaltecos, los golpistas deben renunciar, la fiscal general Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana en asociación perversa han emprendido una nueva escalada en el golpe de Estado en desarrollo”, dijo Arévalo en rueda de prensa.
Lo que sorprendió de las acciones del presidente electo a algunos funcionarios diplomáticos en Washington que siguen de cerca lo que sucede en Guatemala fue la decisión de suspender la transición. Eso, en particular, plantea un desafío para la OEA.
La organización, a impulso de Estados Unidos y países como Canadá, Chile, Antigua y Barbuda, entre otros, ha puesto mucha atención a lo que sucede en el país centroamericano. Y luego de varias sesiones del Consejo Permanente en que se analizó la situación, en agosto los países emitieron una declaración unánime que condena lo que considera son “intimidaciones” de la Fiscalía al TSE y al gobierno electo.
Luego de esa resolución la OEA inició una nueva misión de observación, para dar seguimiento al proceso de transición. Almagro lidera esa misión y estuvo en el país para las dos reuniones entre Giammattei y Arévalo.
Según explicaron a Infobae fuentes de la organización, la misión liderada por Almagro continuará pese a la interrupción del proceso de transición.
La OEA, señalaron los informantes, seguirá monitoreando y observado el proceso de transición por más que no haya reuniones entre el presidente en funciones y el electo. Una de las fuentes estimó que la misión, por el contrario, tendrá que duplicar las reuniones, para poder mantener los contactos tanto con Giammattei y sus equipos de gobierno, como con Arévalo.
El día que los fiscales grabaron reunión con Almagro
La tensión entre Almagro y los fiscales viene en aumento luego de que la semana pasada, en una reunión que mantuvieron el martes 5 de septiembre, el secretario general fue grabado sin previo aviso por los funcionarios guatemaltecos. Cuando se lo dijeron, el secretario general se levantó y se fue de la reunión, según relató Curruchiche este martes.
El Consejo Permanente de la OEA, con el voto unánime de todos los países de las Américas, le había solicitado a Almagro que se reuniera nuevamente con el MP para destacarles a los fiscales que “la importancia de la separación de poderes es esencial para el ejercicio de la democracia y que el uso del ordenamiento jurídico como una herramienta para intimidar y cambiar indebidamente los resultados electorales no es aceptable”.
Almagro fue con ese mensaje y los fiscales le respondieron tanto en la reunión como luego de ella. Luego de la reunión Porras dio una declaración a la prensa, en la que no aceptó preguntas, y dijo que “no se puede considerar intimidación a ninguna autoridad”.
Pero lo más tenso ocurrió dentro de esa reunión, según se supo después. Curruchiche increpó a Almagro por la actitud cuestionadora de la OEA a su trabajo. “Me parece muy temeraria su actitud y yo lo interpreto como una clara injerencia hacia el mandato constitucional que tiene el Ministerio Público”, le dijo Curruchiche, según un video de la reunión que la Fiscalía publicó en TikTok.
“Yo lo interpreto como una clara injerencia hacia el mandato constitucional que tiene el Ministerio Público en investigar, como quien dice no investigan a Semilla, eso no se vale secretario, se lo digo con mucho respeto, la investigación va a continuar, la investigación va a seguir por el mandato constitucional que tenemos”, insistió Curruchiche.
Según se pudo ver en otro video publicado por el MP, Almagro le respondió. Levantó la mano, pidió la palabra “por un punto de orden” y dijo: “Nunca se pidió eso. Nunca hemos pedido que no se investigue a nadie”, se escucha en el video, que la Fiscalía subtituló y publicó.
Luego se escucha, con mejor audio porque el fiscal sí tenía micrófono, la respuesta de Curruchiche. “Sí, yo así lo interpreto”, dijo el fiscal.
“No lo puede interpretar porque yo le estoy diciendo expresamente que no”, dijo Almagro, visiblemente molesto.
Cuando el secretario general de la OEA se enteró de que estaba siendo grabado sin permiso, se levantó y se fue de la reunión, según relató este lunes Curruchiche.
Luego del allanamiento de este martes 12 a unas oficinas del TSE donde se guardaban los votos de las elecciones, el fiscal aludió nuevamente a Almagro. Dijo que su oficina presentará en breve supuestas pruebas contra el Movimiento Semilla y que le gustaría que el secretario general de la OEA esté presente.
“Nos gustaría que en esta reunión, cuando presentamos estos resultados, esté el señor Luis Almagro también, y otros actores de la sociedad, para que realmente si la lucha es contra la corrupción y la impunidad, pues, debe de empezar con nosotros”, dijo Curruchiche luego del allanamiento, según recoge Prensa Libre.
Este martes a la noche la misión de observación de la OEA emitió un nuevo comunicado en el que condena los allanamientos y la apertura de las cajas con votos.
“Estas acciones constituyen una prueba más de que el Ministerio Público, lejos de ajustar sus acciones a los estándares democráticos, viene agudizando una estrategia de cuestionamiento al proceso electoral y de intimidación a las autoridades electorales, al personal electoral y a las miles de personas que, con enorme compromiso cívico, llevaron adelante dos jornadas de votación pacíficas y transparentes”, aseguró la OEA.