(Desde Santiago, Chile) A las 3.27 AM de este martes falleció Guillermo Tellier, de 79 años, histórico dirigente, diputado entre los años 2010 y 2022, y actual presidente del Partido Comunista de Chile.
Tellier empezó a militar a los 15 años en las Juventudes Comunistas y, según contó en una entrevista en el diario La Tercera, el Golpe de Estado de 1973 no lo sorprendió gracias a que un trabajador de una empresa de telecomunicaciones le avisó que en la madrugada del 11 de septiembre había escuchado una llamada de personal de la Armada anunciando que el golpe era inminente.
Con ese aviso, Tellier alcanzó a quemar las fichas de todo un grupo de militantes comunistas de Valdivia, la ciudad en la que era dirigente. Les salvó la vida a varios de ellos.
Tampoco se entregó a las nuevas autoridades, por lo que tempranamente pasó a la clandestinidad.
Pese a haber tejido una amplia red de contactos que lo protegían, a Tellier se le acabó la suerte en 1974, cuando fue detenido mientras participaba de una reunión en la periferia de Santiago.
Guillermo Tellier pasó dos años en distintos penales. Estuvo seis meses encerrado en un subterráneo de la Academia de Guerra, donde fue torturado; y luego pasó por tres campos de concentración antes de ser liberado.
Al salir del cautiverio, Tellier optó por no partir al exilio y volver a la clandestinidad, desde donde rearticuló el PC.
Para 1980, Guillermo Tellier era el jefe militar del Partido Comunista, el encargado de las relaciones con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), grupo extremista que dependía del PC y que lideraba la resistencia armada contra Pinochet. Se cambió el nombre varias veces, también su apariencia para que no lo detectaran: usó barba, bigotes, bisoñé, y aparte de profesor, que fue lo que estudió, se hizo pasar por empresario y médico.
Así, fue quien viajó hasta La Habana para conseguir armamento para el FPMR, algo a lo que Fidel Castro accedió y las envió. Llegaron a la caleta pesquera de Carrizal Bajo, en el norte de Chile, pero el arsenal fue incautado por la Central Nacional de Inteligencia (CNI). La operación falló, pero dio pie al atentado a Augusto Pinochet en el sector del Cajón del Maipo el 7 de septiembre de 1986 autorizado por el propio Tellier. Una veintena de miembros del FPMR emboscaron y dispararon contra la caravana que transportaba al dictador. Su guardia repelió el ataque y terminó con 5 muertos y 11 heridos entre los atacantes.
La lucha armada le costó varias críticas de dirigentes de derecha, que le sacaban en cara su validación de la violencia constantemente.
Los últimos meses de Guillermo León Tellier del Valle fueron un ir y venir constante a centros médicos. Arrastraba varias secuelas desde que se contagió de Covid-19 durante la pandemia, y ya había estado hospitalizado varias veces en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Fue presidente del Partido Comunista durante 18 años.
Duelo nacional
Las muestras de cariño y respeto entre dirigentes oficialistas hacia la figura de Tellier se han ido sucediendo durante la mañana de este martes.
En su cuenta en X, el presidente Gabriel Boric lamentó la partida del dirigente. “Le envío un gran abrazo para su familia, amigos y a sus compañeras y compañeros de partido en estos momentos de tristeza. Como homenaje a su entrega a Chile durante toda su vida, y a su incansable esfuerzo por construir una sociedad más justa, como Presidente de la República, he decidido decretar en su honor duelo nacional”.
El duelo nacional se esxtenderá por dos días.
La ministra Camilla Vallejo, militante comunista, recordó al histórico dirigente como un hombre de “pocas, pero certeras palabras. Nos enseñaste con generosidad la importancia del trabajo diario y la humildad para hacer cada tarea. Abriste las puertas para que el pueblo de Chile pudiera avanzar con la cabeza en alto, siempre creyendo en las nuevas generaciones y su rol transformador”.
Otro faro comunista, el alcalde de la comuna de Recoleta, Daniel Jadue, añadió que “nos deja un líder indiscutible de los últimos años. Como siempre batalló hasta sus últimos días, sin nunca dejar de lado sus responsabilidades políticas”.
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