(Desde Santiago, Chile) Hernán Chacón Soto, ex brigadier del Ejército chileno y uno de los siete ex militares condenados por el secuestro calificado y homicidio de Víctor Jara el 16 de septiembre de 1976, fue encontrado muerto por detectives de la Policía de Investigaciones (PDI), quienes habían llegado a su departamento en la comuna de Las Condes para hacer efectiva la sentencia. Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quintana y Hernán Chacón Soto fueron sentenciados a penas de 15 años y un día de presidio, en calidad de autores de los homicidios de Víctor Jara y Littré Quiroga; y a 10 años y un día de presidio, como autores de los secuestros calificados de ambos.
Hernán Chacón Soto tenía 86 años y su suicidio quedó al descubierto cuando los detectives llegaron a buscarlo.
Custodio
De acuerdo al fallo de la Segunda Sala de la Corte Suprema, “varios testimonios corroboraron que éste participó en las labores de selección, reportando las mismas a sus superiores, por lo que resultaron no creíbles ni verosímiles sus dichos en cuanto sostuvo sólo haber custodiado el perímetro externo del recinto, funciones que no se condicen con su alto grado, ni con los diversos elementos de convicción reunidos”.
Eso, porque de acuerdo a su defensa, cuenta el diario El País, la función de Chacón era la de custodiar el perímetro externo del Estadio Chile, que fue a donde llevaron al cantautor y a Littré Quiroga.
Pero el fallo dice que Chacón tenía conocimientos tácticos y de inteligencia, “condiciones que le permitieron intervenir directamente en el desarrollo de los interrogatorios”.
Estos se realizaban en los camarines del Estadio Chile. Así, de acuerdo a la investigación, “varios testimonios corroboraron que éste participó en las labores de selección, reportando las mismas a sus superiores”.
Otro dato es que el ex brigadier utilizaba una pistola STYER calibre 9 milímetros, “armamento plenamente coincidente con la descripción técnica de las lesiones que, según los antecedentes forenses, causaron la muerte de Jara Martínez y Littré Quiroga”.
Otros suicidios
No es el primer final de este tipo de un agente de la dictadura.
En 2013, el ex general Odlanier Mena, quien fuera jefe de la temida Central Nacional de Informaciones (CNI), se suicidó en su casa, mientras hacía uso de un beneficio carcelario que le permitía salir los fines de semana.
Mena estaba recluido en el penal Cordillera que, en palabras del ex presidente Sebastián Piñera, era algo así como “un casino de oficiales”. Piñera fue el que cerró ese penal, desde el que todos los reos fueron trasladados hacia Punta Peuco.
Seguir leyendo