El poder del Partido Comunista de China (PCC) sobrepasa las fronteras del gigante asiático. Beijing quiere mantener bajo control todo aquello que le molesta o que va en contra de su interés. Incluso este control está ligado a actividades culturales, como es el caso en Argentina en la que la embajada intenta prohibir un evento organizado por una escuela que se dedica a la enseñanza de la práctica milenaria del Falun Dafa.
Beijing considera que el Falun Dafa, que justamente revive la cultura tradicional china, no debe ser promovido. Por esta razón boicotean este tipo de espectáculos, y no quieren que se realice. Así lo hizo recientemente la embajada, a través de una comisaría, cuando pidió que se cancelara una función.
Li Wei Fu, una migrante china de 75 años que vive en Argentina, y que es presidente de la Asociación Civil Estudio de Falun Dafa en Buenos Aires, denunció la prácticas criminales de los funcionarios chinos en el país suramericano.
“Los chinos no declaran nada porque acá en Argentina hay lo que se llama una comisaría china que los vigila. La verdad que en la china comunista la gente no tiene la libertad para pensar, para hablar, y muchos chinos que viven acá todavía tiene familia en China”, dijo Li Wei Fu en una nota en Radio Mitre, quien señaló el temor que sienten los migrantes chinos para denunciar las actividades persecutorias de la embajada.
Estas comisarías vigilan, controlan y castigan a los inmigrantes chinos en el mundo, para que no vayan en contra de la narrativa oficial y del poderoso aparato propagandístico de China. La idea es alinearlos y atemorizarlos, nunca se puede hablar mal del país asiático ni mucho menos protestar en su contra si eres chino.
Beijing utiliza a líderes de la comunidad, que simpatizan con el PCC, que trabajan de forma indirecta para la embajada y que ejercen como una especia de policía en el país extranjero.
“El Partido Comunista chino es una secta que tiene muchas reglas. Tienes que jurar frente a la bandera lealtad para toda la vida”, dijo Li Wei Fu a Radio Mitre.
Estos funcionarios para-policiales cumplen el rol de control y de persecución en las comisarías, y en muchas ocasiones están ligados a la mafia china, según denunció Li Wei Fu.
“Recibí llamadas telefónicas en la que me amenazaban”, dijo Li Wei Fu, quien por su inofensiva actividad culturar es considerada una amenaza para su país de origen.
En 2022, el PCC presionó sobre las autoridades argentinas para evitar que la compañía de artes escénicas Shen Yun (que promueve el Falun Dafa) se presentará en el Teatro Colón de Buenos Aires.
La interferencia del PCC en Argentina no se limita a la censura artística. Su embajada también difundió calumnias y ejerció violencia e intimidación contra las personas que practican Falun Dafa.
Qué es el Falun Dafa
Falun Dafa es un disciplina milenaria que promueve los principios de verdad, benevolencia y tolerancia. Esta práctica cultural ha sido objeto de persecución en China desde 1999. Muchos artistas de Shen Yun han tenido que huir de China o son huérfanos cuyos padres fueron perseguidos por el PCC.
La popularidad de Falun Dafa, que atrajo a más de 100 millones de seguidores en China en la década de 1990, fue vista por el régimen chino como una amenaza a su doctrina comunista. Esto llevó a una campaña de represión y desinformación contra Falun Dafa, iniciada por el entonces líder chino Jiang Zemin en 1999. El PCC ha utilizado diversos medios, incluidos los estatales, para difamar y eliminar a Falun Dafa
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