La Cámara de Diputados de Brasil dio luz verde este miércoles, con una abrumadora aprobación, a la medida provisional que había sido establecida por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva desde el pasado mayo, la cual fijó el salario mínimo en 1.320 reales (equivalentes a unos 271,9 dólares) por mes.
El contundente respaldo a la propuesta presentada por el mandatario recibió 439 votos a favor y apenas uno en contra. Ahora pasará al Senado, donde se anticipa que no encontrará objeciones significativas para avanzar hacia su ratificación. Se espera que la firma de la medida por parte del jefe de Estado se lleve a cabo antes de que culmine el plazo, el próximo 28 de agosto.
En un gesto que no ha estado exento de controversia, Lula incrementó el salario mínimo en 18 reales (equivalentes a aproximadamente 3,7 dólares), una suma que ha sido objeto de crítica por parte de la oposición, que la ha tachado de “insignificante”.
Cabe recordar que esta medida entró en vigor en el pasado mes de mayo, pero requería obtener la aprobación definitiva del Congreso dentro de un plazo de 120 días.
Además de esta decisión relevante, los diputados dieron el visto bueno a la propuesta de que las personas con ingresos que no superen dos salarios mínimos quedarán exentas de presentar la declaración de renta.
Otro punto de relevancia que aprobó la Cámara Baja y ahora será enviado al Senado es el nuevo cálculo que se aplicará al salario mínimo para el año 2024 y los periodos subsiguientes. De acuerdo con este nuevo enfoque, se tomará como referencia la inflación del año anterior sumada a la tasa de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de los dos años previos. Sin embargo, en el caso de que no se registre crecimiento durante dicho bienio, el referente quedará excluido y se aplicará únicamente la tasa inflacionaria para determinar el salario mínimo.
Por último, otro ítem importante contenido en el texto base aprobado este miércoles por los diputados es la exención de impuestos sobre los rendimientos de las cuentas bancarias de los brasileños en el extranjero. La coalición aliada al Gobierno había planteado inicialmente la posibilidad de aplicar un impuesto a esos rendimientos fuera del país.
La importancia que Lula le dio al tema
El 1 de mayo pasado, el jefe de Estado había anunciado que enviaría al Congreso un proyecto de ley que garantizará que, en adelante, el salario mínimo sea reajustado por encima de la tasa de inflación del año anterior.
El líder progresista aprovechó un pronunciamiento en cadena nacional de radio y televisión con motivo de la conmemoración del Día del Trabajo para anunciar un pequeño aumento del actual salario mínimo y una herramienta para que ese reajuste anual siempre garantice un incremento real.
“Es un aumento pequeño, pero real, por encima de la inflación, por primera vez después de seis años”, afirmó Lula en su pronunciamiento, al recordar que desde que el Partido de los Trabajadores fue desalojado del poder, el salario venía perdiendo valor frente a la tasa de precios.
Y prometió: “Pueden estar seguros de que, hasta el final de mi mandato, el salario mínimo volverá a ser el gran instrumento de transformación social que fue en el pasado, cuando creció 74 % encima de la inflación”.
“Es necesario recordar que la apreciación del salario mínimo no es esencial tan sólo para quien gana el salario mínimo. Con más dinero en circulación, las ventas del comercio aumentan, la industria produce más, la rueda de la economía vuelve a girar y nuevos empleos son creados”, desarrolló.
Luego indicó que, hasta el final del mandato, cumplirá la promesa que hizo de elevar hasta 5.000 reales (unos 1.000 dólares) el límite del salario de las personas exentas del pago de impuestos. El presidente afirmó que en sus primeros mandatos Brasil tuvo una generación récord de empleos, el salario mínimo siempre fue reajustado por encima de la inflación y todos los derechos laborales fueron garantizados.
“Todo empeoró en los últimos años. El empleo desapareció. Los salarios perdieron poder de compra. La inflación subió. Los intereses dispararon. Y derechos conquistados a lo largo de décadas fueron destruidos de un día al otro”, argumentó.
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