El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó su “deseo de reaproximar a Brasil con Cuba” y lo ha hecho a través de su asesor Celso Amorím, a quien ha enviado a Cuba con una carta para el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel.
Tras la reunión con el cubano, Amorím ha comparecido ante el equipo de prensa del régimen cubano y ha explicado, en primer lugar, que su visita a la isla ha sido “una determinación expresa del presidente Lula” que simboliza “el interés (del mandatario brasileño) en la relación política” entre ambas naciones”.
El jefe de la Asesoría Especial del presidente de Brasil, que ha vuelto a Cuba después de 13 años, ha anunciado que “hay varias misiones” que irán a la isla, entre las que ha destacado una misión de empresarios, un grupo de especialistas del Ministerio de Salud o “unas misiones técnicas, por ejemplo, de Embrapa (Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria)”, que llegarán en menos de un mes.
Amorím ha expresado el deseo del Gobierno brasileño de “hacer de la relación entre Brasil y Cuba una relación ejemplar, una relación de gran amistad, que contribuya también para la paz en la región”. “Porque la paz es el gran objetivo de la diplomacia; el crecimiento económico también, pero la paz es fundamental”, ha sentenciado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de la dictadura cubana ha presentado el encuentro como la reafirmación de “la voluntad de fortalecer las relaciones bilaterales y aprovechar potencialidades existentes”. En este sentido, ha agradecido " la solidaridad de Brasil con el pueblo cubano y su rechazo al bloqueo”.
Esta no es la única dictadura de la región con la que Lula está buscando tener mayor acercamiento, desde que asumió en enero de este año su tercer mandato presidencial, el presidente brasileño pidió reestablecer comunicación con el régimen de Venezuela.
Nicolás Maduro fue recibido “con honores” en Brasilia, capital de Brasil, en mayo de este año. El dictador arribó en un avión de la aerolínea estatal Conviasa, de bandera venezolana la cual se encuentra sancionada por los Estados Unidos.
El viaje de Maduro se concretó luego de varios intentos frustrados. Es que desde que Lula da Silva llegó a Planalto en enero, ha intentado recibir al dictador y rehabilitarlo internacionalmente.
De hecho, la visita del venezolano al gigante sudamericano solo pudo concretarse por el cambio de Gobierno, ya que la gestión anterior, la de Jair Bolsonaro, había prohibido la entrada del dictador al país, alineado con las democracias mundiales que condenan la brutalidad del régimen chavista.
Con la asunción de Lula, la relación de Brasil con Venezuela cambió de manera drástica. Y tras la investidura del petista, Brasil también reabrió su embajada en Caracas.
(Con información de Europa Press)
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