(Desde Santiago, Chile) “Fue una reunión franca, necesaria y a ratos bastante dura”, dijo la ministra Camila Vallejo.
“Todos llegamos atragantados”, reconoció Guillermo Ramírez, jefe de bancada de los diputados UDI en el Congreso. “Fue una reunión durísima, larga y tensa”, afirmó María José Hoffmann, secretaria general de ese partido.
Así, durante dos horas y media, el presidente Gabriel Boric, acompañado de varios de los ministros de mayor peso dentro de su gabinete, concretó un esperado encuentro con las directivas de Renovación Nacional, UDI y Evópoli, la primera reunión con Chile Vamos, la coalición de oposición, en harto tiempo.
Y, claro, tenían mucho que decirse tras el escándalo por el Caso Convenios, la caída en desgracia de Revolución Democrática, el otrora pilar del Frente Amplio; el ajuste ministerial y la renuncia de Giorgio Jackson, a quien desde la derecha veían como una traba para establecer un diálogo con el oficialismo.
Parte de la reunión se centró en el reclamo de Renovación Nacional por el trato de Boric a un ex ministro del Interior de la dictadura y fundador del partido. “Gente como Sergio Onofre Jarpa terminaron sus días impunes”, fue la frase que desató el enojo de la oposición.
Francisco Chahuán, presidente de RN, contó a la salida de la reunión que es imposible “construir puentes de diálogo si el gobierno, con sus declaraciones, lo dinamita. Creemos sin lugar a dudas que las declaraciones respecto de Jarpa no pueden volver a repetirse”.
El resto de la reunión versó sobre los temas que apuran al gobierno, que es allanar el camino para que se pueda destrabar la reforma a las pensiones y el pacto fiscal.
Aunque Hoffmann dijo que, de paso, aprovecharon de pedirle al presidente “que el diálogo no sea sólo en dos reformas importantes, sino que algo mucho más amplio. Si nosotros tenemos que asumir los costos, lo haremos; porque quienes tenemos convicciones no podemos tener nunca el miedo de defenderlas en una mesa, y esa es la razón por la cual estamos acá”.
La oposición busca que el diálogo también se amplíe a otras materias que les interesan a ellos, como son probidad, reformas en seguridad, permisología (como le han llamado a todos los trámites que traban la inversión en el país) y el crecimiento económico.
Traba previsional
Sobre la reforma previsional la cosa no se ve muy auspiciosa. Existe un consenso global de que la cotización de los trabajadores debe subir en 6%. Sin embargo, el gobierno propone que de ese 6%, un 4% vaya a un fondo común solidario y un 2% a la cuenta individual de cada trabajador. Eso, explican, permitirá que las pensiones actuales suban automáticamente. En eso ha habido un cambio, pues el oficialismo era de la idea de que el 6% completo fuera a solidaridad.
Chile Vamos, en cambio, pretende que ese 6% completo vaya a las cuentas individuales. Una idea que, afirman, es lo que quiere la gente, basado en encuestas de opinión.
La reunión sí sirvió para que el gobierno accediera a congelar momentáneamente el envío de indicaciones y aplazar la votación de la reforma hasta que se sienten a conversar y se logre un consenso.
La coordinación de las próximas reuniones quedó a cargo del ministro Secretario General de la Presidencia, Álvaro Elizalde.
Alejarse de los republicanos
El gobierno también presentó sus descargos. En la reunión dijeron que estimaban que el presente de Chile Vamos estaba muy influenciado por el Partido Republicano y que la competencia con el partido de ultra derecha los había hecho subir el tono de la discusión, quizás, un poco más de la cuenta. Desde el otro lado explicaron que el endurecimiento obedecía a la propia actuación del gobierno.
“Lo que nosotros le dijimos al gobierno es que los gobiernos avanzan en la medida en que están conectados con los escenarios políticos en los que están”, dijo después el secretario general de RN, el diputado Diego Schalper.
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