Mientras el candidato a la presidencia de Ecuador por la alianza Acción Democrática Nacional, Daniel Noboa, realizaba una caravana en el sector La Maldonado, cerca de Primavera 1, en Durán, una ciudad a 10 kilómetros de Guayaquil, se registró una balacera. La seguridad de Noboa pudo ponerlo a buen recaudo, y hasta el momento no se registraron víctimas, según confirmó el medio Expreso. El acto de campaña se suspendió por motivos de seguridad.
Este nuevo acto de violencia sucede a una semana del magnicidio en contra de Fernando Villavicencio. Aunque según han comentado las autoridades la balacera no sería un atentado en contra del candidato sino un caso de delincuencia común. El ministro del Interior, Juan Zapata, escribió en X que se “descarta un ataque armado al candidato presidencial Daniel Noboa” y confirmó que hay personal de Policía Nacional desplegado en la zona.
Noboa escribió en X: “Acaban de atentar en Durán contra la caravana en la que nos movilizábamos, gracias a Dios salimos ilesos. El amedrentamiento y el miedo no tienen cabida en el país que queremos y por el que estamos comprometidos a cambiar de una vez por todas”. También anunció que continuará con su cierre de campaña en Guayaquil.
Según conoció Infobae el sector por donde transitaba Noboa está ubicado al ingreso del cantón Durán y está cerca a la orilla del río que, según comentó una fuente que prefirió el anonimato, es considerada una zona caliente. Los videos de militantes que transmitían el encuentro muestran a Daniel Noboa saludando sobre un camión minutos antes del incidente. En otras grabaciones, un par de los simpatizantes que estuvieron en el momento de la balacera dijeron que estaban sanos y salvos.
Durante el debate presidencial celebrado el pasado domingo, Daniel Noboa vistió un chaleco antibalas. Según comentó a la prensa, había recibido amenazas en contra de su integridad.
En el cantón Durán, según datos del gobierno, “se ha evidenciado un incremento del cometimiento de hechos violentos como son homicidios, asesinatos, sicariatos, extorsiones y robos” incluyendo el atentado que sufrió el alcalde de esa ciudad el pasado 15 de mayo.
Las cifras oficiales indican que desde el 1 de enero al 23 de julio del 2023, en Durán se han contado 121 homicidios intencionales, lo que corresponde a un incremento del 55% en comparación con el año 2022. El 95.9% de estos homicidios son por violencia criminal. Según la policía, de estos, seis de cada 10 están relacionados con el tráfico de drogas. Varios reportajes periodísticos han revelado que en Durán operan algunas bandas criminales que instruyen a los sicarios del país.
En promedio, 8 de cada 10 muertes violentas acontecidas en Guayaquil, Durán y Samborondón, ciudades con acceso a los puertos más importantes del país por donde se envía la droga al exterior, están relacionadas con el narcotráfico, según el más reciente estudio de la Policía.
Durán es una de las zonas más violentas del país. Allí ya se han registrado ataques contra políticos, aunque en el caso de Noboa se ha descartado un atentado directo. Por ejemplo, el 15 de mayo y a un día de posesionado en el cargo, el alcalde de Durán, Luis Chonillo, fue víctima de un ataque armado mientras se dirigía al Municipio. Cinco personas resultaron heridas, entre ellas dos servidores policiales que se encontraban como seguridad. Chonillo logró sobrevivir.
El 3 de agosto de este año, el director general de Planeamiento, Ordenamiento y Terreno del Municipio de Durán, Miguel Santos, fue asesinado. Apenas unas semanas antes, Luis Chonillo, alcalde de esa municipalidad, reveló que todos los directores municipales de Durán han sido amenazados de muerte.
Ecuador vive una ola de violencia nunca antes vista. La evolución de las muertes violentas desde el 2019 demuestran el considerable incremento. En el 2019, la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes era de 6.9. En 2020, este indicador se situó en 7.8. Para el 2021, la tasa era de 13.9, el doble con relación a los últimos dos años. El aumento de la tasa coincidió con el inicio de las masacres carcelarias, que en 24 meses dejaron más de 400 reos asesinados. Finalmente, en el 2022, el indicador casi volvió a duplicarse y se colocó en 25.6. Para el 2023, se prevé que esa tasa continúe en aumento y llegue a 40 homicidios por cada 100.000 habitantes. De alcanzar esa tasa, Ecuador se convertiría en el país más violento de la región.
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