(Desde Montevideo, Uruguay) Dicen que cuando Argentina se resfría, Uruguay estornuda. Si bien en los últimos años los números de la macroeconomía uruguaya se han mantenido estables a diferencia de lo que ocurre del otro lado del Río de la Plata, la influencia de un país sobre el otro es evidente. Es por eso que, desde Uruguay, los dirigentes políticos siguieron con tanta atención los resultados de las elecciones primarias del domingo.
La sorpresa que causó el triunfo del candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, también la tuvieron distintos políticos uruguayos, que en algunos casos mostraron preocupación por el resultado.
El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti (1985-1990, 1995-2000) opinó que la votación del domingo refleja un rechazo a la administración de Alberto Fernández. “Ha sido un gran voto en contra del gobierno. Y creo que el kirchnerismo llega a su punto final”, dijo al noticiero Telemundo, de Canal 12.
Sanguinetti fue presidente durante 10 años (en dos períodos de gobierno) y es actualmente el líder del Partido Colorado, un socio de la coalición de gobierno liderada por Luis Lacalle Pou.
“Veo con preocupación lo ocurrido porque el discurso de Milei es muy disruptivo, de muy difícil aplicación, salvo en condiciones revolucionarias”, agregó Sanguinetti.
El presidente del Partido Nacional (la colectividad política de Lacalle Pou), Pablo Iturralde, consideró que Uruguay no tiene que preocuparse ante la posibilidad de que Milei sea presidente. “Milei no cuestiona la democracia, sino determinadas cosas del sistema político que son cuestionables, como el tamaño del Estado o de las cuentas fiscales, la inflación o la necesidad de ordenar la economía”, dijo en declaraciones al diario El País.
Iturralde opinó que el discurso que dio Milei en su búnker tras ganar las PASO fue más mesurado respecto a sus posturas previas. “El susto de gobernar obliga a la moderación”, opinó, basado en la posición del politólogo Maurice Duverger. “Decía que la cercanía a poder ganar una elección obligaba a moderar las propuestas, ya que estas empezaban a correr el riesgo de ser contrastadas con la realidad”.
Para el presidente del Partido Nacional, Milei comenzó a transitar ese camino y deberá convencer a todos “que no es un loco”.
Para el senador del oficialista Partido Nacional Jorge Gandini, el mensaje de las elecciones es de “inestabilidad”. “Basta que uno se pregunte: ‘si fuera argentino, ¿a quién votaría?’ A los uruguayos nos cuesta mucho respondernos eso”, dijo el legislador.
“Tenemos que mirarlos con mucha atención y respeto. Ya estamos viendo cómo se mueve la moneda y el cambio en Argentina”, dijo Gandini. Destacó que los dos países “son muy diferentes”.
Gandini consideró en rueda de prensa que el discurso de Milei no tiene “gente atrás” y diferenció a Uruguay como un país “mucho más serio y estable”, que “no admite declaraciones o rumbos de esa naturaleza”. “Los hay, pero han sido minoritarios”, opinó.
El senador Daniel Caggiani, uno de los referentes en los asuntos internacionales en el Frente Amplio, dijo que los resultados del domingo muestran “una foto” de la sociedad argentina “dividida en tres”, con un candidato outsider que cuestiona “privilegios de la política”. “Eso conecta con la gente”, analizó el legislador de la oposición uruguaya.
“Ese tipo de discursos quizás tienen cierta conexión, pero después vemos lo que han sido los proyectos de Bolsonaro en Brasil, de Trump en Estados Unidos, donde en realidad han recortado derechos y generado mayores niveles de inestabilidad. Y, sobre todo, se han ido por la puerta de atrás”, dijo Caggiani en rueda de prensa.
“Yo no sé si lo mejor para Uruguay es que triunfe un candidato como Milei, pero de todas maneras eso lo van a resolver los argentinos y para nosotros lo más importante es que les vaya bien”, dijo el legislador del Frente Amplio.
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