El gobierno chileno instalará una base militar en la localidad de Traiguén (sur), zona de conflicto mapuche, tras un atentado que dejó una escuela, una iglesia y un centro médico incendiados.
“Hemos acordado en un tiempo breve instalar una base militar adelantada en Traiguén, antes de septiembre”, anunció Manuel Monsalve, subsecretario del Interior, ante la prensa.
Esta es la séptima base de este tipo en la zona de conflicto mapuche, que incluye las regiones del Biobío y La Araucanía, al sur de Chile. Con ellas, las autoridades buscan tener mayor cercanía de las unidades en el lugar y entregar una mejor respuesta ante hechos de violencia.
El anuncio se da tras el ataque incendiario del miércoles pasado, presuntamente cometido por un grupo radical mapuche, que dejó varios inmuebles quemados y un paramédico con lesiones leves tras intentar apagar el fuego en un centro médico.
En el lugar, la Policía encontró un lienzo en el que el grupo radical “Resistencia Mapuche Malleco” se atribuye el ataque, y exige la salida del territorio mapuche de “las instituciones racistas”.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, calificó el ataque como “atentado criminal” y que tiene “características terroristas”.
Traiguén es una localidad de casi 20.000 habitantes, ubicada cerca de la ciudad de Temuco, capital de la región de La Araucanía, donde se asientan gran parte de las comunidades indígenas mapuche, la principal etnia del país.
Grupos radicales han agudizado el conflicto mediante la toma de vías o la quema de casas, edificios públicos o maquinaria agrícola y forestal.
El gobierno de Gabriel Boric ordenó la militarización de esta región y hace un mes puso en marcha una comisión para “la paz y el entendimiento”, en un nuevo intento por alcanzar un acuerdo con los indígenas.
Una veintena de personas han muerto en los últimos 25 años en medio de la disputa por la tierra que reivindican los mapuches.
Hasta abril, de acuerdo con datos del gobierno, se habían perpetrado 390 ataques este año. En 2022, ocurrieron 1.160 atentados del mismo tipo.
Protesta mapuche
Entretanto, un grupo de comuneros mapuche tomó el edificio municipal de una comunidad en la región sureña de La Araucanía, para exigir el regreso de presos de esa comunidad indígena a un penal cercano.
La toma en la localidad de Ercilla, 700 kilómetros al sur de Santiago, comenzó el jueves, pero las autoridades aún no han ordenado el desalojo del edificio.
Los manifestantes piden el retorno a la cárcel de Ángol de un grupo de presos que fueron trasladados a otro penal más lejano tras protagonizar un motín a principios de mayo.
Según medios locales, al menos cinco personas fueron detenidas en las últimas horas en una protesta en apoyo a la toma a las afueras del edificio, en la que además fueron lesionados tres efectivos de la policía.
Dos de las personas detenidas fueron identificadas como comuneras de Temucuicui, una comunidad mapuche que ha estado en el centro del conflicto territorial que enfrenta desde hace décadas al pueblo mapuche con el Estado chileno y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los indígenas.
El pueblo mapuche, la etnia indígena más numerosa de Chile, reclama las tierras que habitaron durante siglos, antes de que fueran ocupadas a la fuerza por el Estado chileno a fines del siglo XIX en un proceso conocido oficialmente como la “Pacificación de La Araucanía” y que ahora pertenecen en su mayoría a empresas forestales.
(Con información de EFE)
Seguir leyendo: