Este viernes 4 de agosto se cumple un año desde que el régimen de Daniel Ortega mantiene en su poder al obispo de la diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, y por primera vez un abogado independiente tuvo acceso al expediente policial con el cual se le condenó a 26 años de cárcel.
“Había preparado un resumen con enfoque legal para recordar algunas arbitrariedades sobre el proceso de privación de la libertad de monseñor Álvarez, no obstante, en la noche tuve acceso a parte del expediente policial con ´investigaciones´ que sustentan la acusación y ´condena´ y (lo) comparto”, dijo el abogado en el exilio Yader Morazán, en un hilo publicado en Twitter.
El primer hallazgo que sorprendió a Morazán es que monseñor Rolando Álvarez fue condenado sin juicio alguno. “Aunque usted no lo crea”, dice el exfuncionario del sistema judicial nicaragüense, “monseñor Álvarez se quedó esperando a que le hicieran, aunque sea una simulación de juicio, pero ni él ni su abogada ni los testigos fueron llevados a los juzgados ni a deponer mentiras, y supo de su condena de 26 años, el día que lo exhibieron”, mes y medio más tarde.
Monseñor Rolando Álvarez era hasta hace un año una de las voces más fuertes de Nicaragua en reclamo de libertades, democracia y respeto a los derechos humanos. En 4 de agosto de 2022, un dispositivo policial lo cercó en su residencia, en el Palacio Episcopal de Matagalpa.
Quince días más tarde, en la madrugada del 19 de agosto de ese año, los policías entraron violentamente a la residencia y se lo llevaron a Managua, según explicó la Policía en un comunicado, en condición de “resguardo domiciliar”, una figura inexistente en la legislación nicaragüense.
El 9 de febrero de este año, Daniel Ortega dispuso desterrar al obispo junto a otros 222 presos políticos, pero el religioso se negó a montarse en el avión que lo llevaría hacia Estados Unidos, según relató el propio Ortega ese día, en un discurso donde se mostró irritado por la actitud de Álvarez.
“Yo no sé qué piensa este señor. Dijo que él no acata una resolución de un Tribunal de Justicia”, afirmó Ortega ese día en cadena de radio y televisión en la que informó que el obispo fue enviado a la Cárcel Modelo, del Sistema Penitenciario nicaragüense, como represalia a su negativa a aceptar la expulsión de su país. “A La Modelo llegó que era un energúmeno. No puede tener el coraje de Cristo que aguantó los azotes y soportó la crucifixión”, ironizó sobre el religioso de quien dijo “es un desquiciado”.
Al día siguiente, en un juicio del que recién ahora se conocen los detalles, fue condenado a 26 años y cuatro meses de prisión por los supuestos delitos de “menoscabo a la integridad nacional en su fase de conspiración, obstrucción de funciones, y difusión de noticias falsas, en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”.
“Es decir, el viernes diez de febrero de 2023 fue condenado a 26 años de prisión a través de la sentencia que inexplicablemente terminó leyendo el magistrado sancionado (Octavio) Rothschuh, después de que Ortega admitiera públicamente que monseñor se negó a ser expulsado junto a 222 presos políticos del país”, señala Morazán.
“Sin embargo”, añade el abogado, “monseñor se enteró de su proceso y condena en ausencia, hasta el día 25 de marzo del 2023, cuando fue exhibido a través de los medios de propaganda del régimen, en la única visita que se le ha permitido hasta la fecha (para) reencontrarse con sus familiares”.
Morazán describe las diez insólitas pruebas con las cuáles condenaron al obispo Álvarez, según el expediente que conoció:
1.- Video del Facebook de Diócesis de Matagalpa, publicado en fecha 22 de mayo del 2022, donde monseñor denuncia que se le impidió al padre Diedrick Calero y al padre Pablo Antonio Villa Franca celebrar la misa junto a él.
2.- Tweet del 28 de julio del 2021, en donde monseñor se refiere a las elecciones de noviembre del 2021.
3.- Tweet del 5 de agosto del 2021, en el que monseñor Álvarez publica vía Twitter “Nicaragua está cansada de...”
4.- Dentro de las “investigaciones” y elementos de “prueba” también se le reprocha por el artículo que escribió Artículo 66 el día 21 de octubre del 2021, titulado: “Monseñor Álvarez asegura que en Nicaragua ninguna persona puede permanecer neutral”.
5.- También se le imputa el artículo bajo el título: “Denuncian ´persecución´ contra sacerdotes católicos en Nicaragua”, mismo que fue dirigido por periodistas del noticiero internacional “La Voz de América”.
6.- Se criminaliza la entrevista que le dio Monseñor Álvarez a Confidencial el día 28 de octubre del 2019, titulada: “En Nicaragua se perdió el miedo”. Hacen énfasis a partir del minuto: 07:43 …
7.- Se le acusa por la publicación de La Prensa, fechada del 19 de mayo del 2022, en el que monseñor denuncia la persecución de la Policía y resguardo en la parroquia Santo Cristo de Las Colinas.
8.- Sin precisar la plataforma digital (sospecho de la página de la Diócesis de Matagalpa), también le señalan un video del 20 de enero del 2022, en el que habla del “milagro de vivir en paz, de vivir en libertad, de vivir sin presos políticos y sin exiliados que eso es lo que más desea Nicaragua, que haga el milagro de vivir sin esa migración forzada que nos está sangrando como país y que está desintegrando a nuestra familia.”
9.- Le adjuntan como elemento de prueba en su contra, la publicación de Artículo 66 del 18 de octubre del 2020, titulada: “Monseñor Rolando Álvarez insiste que la política es para servir al pueblo y no para lucrarse”.
10.- Le recriminan la noticia de la sección de política del medio internacional DW, titulada: Nicaragua “carga con dos cruces”, dice obispo católico (29 de junio de 2020).
Los actos de investigación, dice Morazán, fueron avalados por el suboficial Antonio Gutiérrez Valverde, especialista de delitos Informáticos y el teniente Xavier Alberto Corea Martínez, jefe del departamento de Delitos informáticos.
“Es importante resaltar que monseñor lleva 365 días privado de su libertad física y religiosa, fue sometido a un proceso en ausencia el que se le negó hasta el derecho conocer de su condena y el derecho de apelar. Todo por predicar con la verdad, acompañar a su rebaño y negarse a ser expulsado del país junto a 222 presos políticos”, concluye el abogado nicaragüense.
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