El Canal de Panamá, que tiene entre los principales usuarios de la ruta comercial a Estados Unidos y China, afronta su mayor crisis de disponibilidad de agua debido a las variaciones climáticas.
El corredor marítimo espera una merma en sus ingresos de alrededor de 200 millones de dólares en 2024 debido a la reducción de tránsito diario que se ha visto obligado a implementar por la sequía, así lo aseguró este jueves su administrador, Ricaurte Vásquez.
Esta reducción en los ingresos del próximo año fiscal, que comenzará el 1 de octubre y concluirá el 30 de septiembre de 2024, es una consecuencia “de no disponer de agua”, indicó Vásquez.
“Estamos planificando que vamos a transitar entre 30 y 32 buques por día (en el año fiscal 2024), en lugar de los 36 a 38 buques que transitamos regularmente, cuando disponemos de la capacidad de agua”, lo que se traducirá en una caída de ingresos de “entre 150 y 200 millones de dólares”, afirmó.
El Canal de Panamá, por el que pasa alrededor del 3 % del comercio mundial, implementa desde el pasado 30 de julio la medida de limitar a 32 buques el tráfico diario por la vía a fin de no seguir reduciendo el calado y mantenerlo en los 44 pies.
El calado es la profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de una embarcación. El máximo que ofrece el Canal de Panamá es 50 pies de calado, pero debido a la sequía lo ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos meses hasta los actuales 44 pies.
Las consecuencias de la sequía, hasta ahora habían quedado atenuadas por el incremento de la capacidad de servicio en la ruta, que acompañó a la inauguración hace siete años de un nuevo juego de esclusas para permitir el paso de embarcaciones de mayor tamaño.
Esta realidad se refleja en el presupuesto de la vía para el próximo año fiscal, que contempla ingresos cercanos a los 4.900 millones de dólares sobre la base de la “condición hídrica” prevista “hasta el 30 de septiembre del próximo año”, que es un calado de 44 pies y un tránsito diario limitado a “entre 30 y 22 buques, explicó Vásquez a la agencia de noticias EFE.
“Si las cosas mejoraran, cuanto mejor. Esperemos que no empeoren en cuanto a este pronóstico (...) estamos conscientes de que puede que no se cumpla y tendríamos que ser más restrictivos, pero no hay que ser fatalistas (...) no es prudente o sano hacer un pronóstico con una condición crítica extrema”, añadió.
Para este 2023, “desde el punto de vista del presupuesto, consideramos que vamos a cumplir con las metas presupuestarias y hacer los aportes que están establecidos”, ya que la situación crítica que se vive ahora con el tema del agua “se está reflejando en la parte final” del año fiscal.
“Recordemos que el nivel de los lagos” artificiales que alimentan al Canal “estaba en su máxima capacidad cuando se inició la estación seca. Lo que ha pasado es que la duración de la estación seca se ha prolongado mucho”, añadió Vásquez.
La estación lluviosa, que en tiempos normales va de abril a diciembre, apenas parece comenzar este año, ya que las primeras lluvias fuertes cayeron en las últimas semanas. Las precipitaciones son vitales para mantener el nivel de los lagos Gatún y Alajuela, que abastecen de agua dulce al canal marítimo y a buena parte de la población.
(Con información de EFE y The Associated Press)
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