El uruguayo Sebastián Marset, buscado en la región por narcotráfico, tiene un “grupo paramilitar” de seguridad, conformado principalmente por brasileños, reveló este miércoles el gobierno boliviano.
“Estamos en la certeza de que existe un grupo paramilitar con armas de guerra, encargado de su protección”, señaló a la televisión estatal el viceministro de Gobierno, Jhonny Aguilera.
La autoridad sustentó su afirmación en el armamento que se encontró en las casas que usaba Marset en la ciudad de Santa Cruz (este).
El Ministerio de Gobierno indicó el pasado domingo que en las redadas policiales desde el sábado se encontraron 17 fusiles, dos pistolas, más de 1.800 proyectiles de diferente calibre, cargadores y cuatro chalecos antibalas.
Además indicó por separado que Marset “contaba con un equipo de seguridad de alta gama de ciudadanos brasileños que están con armas largas y armas cortas”.
Además, que las armas decomisadas “son utilizadas en campamentos militares, son armas de guerra que pueden destruir chalecos antibala, equipos blindados”.
La policía informó que mantiene intensos operativos para dar el paradero de Sebastián Marset Cabrera y que lo investiga por el delito de narcotráfico.
El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo manifestó que manejan dos hipótesis: una que se encuentra “en dos zonas del país” y la segunda que salió a otras naciones vecinas.
El nombre de Marset fue asociado a la muerte del fiscal paraguayo Marcelo Pecci y su esposa, en Colombia en 2022, aunque el fiscal general colombiano, Francisco Barbosa, indicó que no se tiene “ningún elemento material probatorio”.
En Paraguay está imputado por la fiscalía por el delito de narcotráfico y también figura en la lista roja de la Interpol.
Está prófugo desde finales de 2021, cuando salió de Emiratos Árabes Unidos, donde estaba detenido por usar pasaporte paraguayo.
El Ministerio boliviano de Gobierno confirmó por separado que un total de 17 personas fueron detenidas en las labores policiales, entre ellos dos ex jugadores de fútbol: el uruguayo Cristian Latorre (36) y el boliviano Gualberto Mojica (39), ex seleccionador nacional.
Este martes también se informó que periodistas bolivianos y uruguayos fueron amenazados, supuestamente por Marset, para que dejen de informar sobre el caso.
La Asociación de Periodistas de La Paz dijo que periodistas del programa radial Contacto Bolivia y del canal de televisión ATB recibieron amenazas. Comunicadores del Canal 4 de Uruguay también señalaron que sufrieron lo mismo.
Policía boliviana
La Policía Boliviana rechazó este miércoles las declaraciones que hizo el narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, quien en un video dijo que logró escapar gracias a la ayuda de un director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de Bolivia.
El comandante general de la Policía Boliviana, Álvaro Álvarez, respaldó en una escueta conferencia de prensa el trabajo de todo “el mando policial”, que lidera las operaciones para capturar a Marset, y dijo que esas afirmaciones buscan “sembrar duda”.
“Nuestra firme e inquebrantable respuesta y la posición como Policía es el rechazo absoluto a estas fraudulentas y temerarias acusaciones que lo único que pretenden es sembrar duda y confusión porque en estos tres días se ha logrado afectar de forma directa la actividad criminal de este delincuente”, subrayó Álvarez.
En las últimas horas el canal Unitel difundió un video que presuntamente envió Marset desde la clandestinidad en el que agradece a un “director de la Felcn” por lograr escapar luego de que le alertara de que tenía una orden de captura.
“Gracias a la ayuda del director de la Felcn logré irme, porque él me avisó que el ministro ya había dado orden de aprehensión contra mí y bueno agarró una platita y me avisó que me fuera”, afirmó el uruguayo sin dar nombres.
También afirmó que quiere hacer saber que se está vinculando a gente que no tiene nada que ver con él, ya que el “director de la Felcn como no hizo las cosas bien, está molestando gente inocente”.
El comandante Álvarez sostuvo que los mensajes de Marset no van a afectar el trabajo de los oficiales y que lo van a “encontrar” y “detener”, por lo que utilizarán “toda la fuerza legal para no dejar sus actos en la impunidad” afectando sus “alianzas, sus estructuras” y todas sus conexiones.
(Con información de EFE y AFP)
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