La migración riesgosa sigue afectando a los ecuatorianos. Las autoridades del Gobierno de Panamá han indicado que, desde enero a julio de 2023, los ciudadanos de este país fueron la segunda nacionalidad que más atravesó la selva del Darién, un paso sumamente peligroso que se ha convertido en una de las rutas migratorias más utilizadas para quienes desean migrar irregularmente, especialmente a los Estados Unidos.
Según las cifras oficiales panameñas, hasta el 31 de julio cruzaron por el Darién 248.901 migrantes. La mayoría son de Venezuela (136.650), le siguen los ecuatorianos (34.357), los haitianos (34.082), los colombianos (8.183 ) y los indios (3.299), de acuerdo con la información recibida por EFE en una entrevista con la subdirectora de Migración de Panamá, María Isabel Saravia.
Durante el 2022 fueron 29.356 ecuatorianos los que cruzaron por la selva del Darién. Este año, el promedio mensual de connacionales que atraviesa este paso es de 4.908 mensuales. Aunque, según los datos panameños, solo en julio cruzaron 9.236.
Este incremento de migrantes ecuatorianos registrados el último mes coincide con un repunte de los viajes irregulares en este año. Las autoridades migratorias de Panamá han informado que en julio 52.530 migrantes de todas las nacionalidades pasaron por el Darién: 22 (11.926) de cada 100 viajeros eran menores de edad. En muchos de los casos, los niños no logran atravesar la selva. Algunos se pierden o son encontrados muertos junto a sus madres, según informó la agencia.
Según informó el Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en el 2022, el número de niños, niñas y adolescentes no acompañados o separados fue cinco veces mayor al 2021. Además, 7 de cada 10 adolescentes no acompañados eran procedentes de Venezuela y Ecuador.
De acuerdo con EFE, “desde mayo hasta noviembre aproximadamente suele haber una disminución de la cantidad de migrantes en tránsito debido a que es época de lluvia y dificulta el paso por la selva por la crecida de los ríos”. No obstante, este 2023 ha sido la excepción.
“Desde Panamá hacemos un llamado de atención, si bien migrar es un derecho humano no es digno hacerlo en las condiciones que prestan este tipo de realidades (peligrosas)”, dijo Saravia a la agencia.
Los migrantes ecuatorianos que emprenden este peligroso trayecto generalmente parten desde Quito hacia la frontera colombo ecuatoriano, donde cruzan por el Puente de Rumichaca. Para abandonar Ecuador e ingresar a Colombia solo necesitan su documento de identidad. Desde allí, los viajeros recorrerán Colombia en transporte terrestre hasta Necoclí, en el departamento de Antioquía. En el puerto de Necoclí los migrantes cruzan en embarcaciones hasta la Selva del Darién, uno de los lugares más peligrosos del trayecto. Quienes logran transitar por esa zona luego continúan su viaje por seis países más, hasta llegar a la frontera sur estadounidense. Este viaje puede durar entre dos y tres meses.
La Selva del Darién, una jungla ubicada entre el noreste de Colombia y el suroeste de Panamá. Tiene 575.000 hectáreas y aunque es Patrimonio de la Humanidad desde 1981, la migración riesgosa, las mafias que operan allí y los animales de la zona, la han convertido en uno de los puntos más peligrosos para los viajeros.
Además de sufrir mordeduras o picaduras de animales de la selva que puedan causar enfermedades –como la de una menor ecuatoriana que sufrió una mordedura que no fue atendida y cuya pierna se gangrenó y tuvo que ser amputada–; la deshidratación, la falta de alimentos y el agua contaminada suelen ser causantes de enfermedades que afectan a los migrantes, que deben seguir caminando en un clima húmedo sin recibir ningún tipo de atención.
Según Unicef, en el 2022, la organización conoció 25 casos de violencia sexual contra niñas y adolescentes femeninas en la ruta de la selva, y 6 casos de familias con niños y niñas en riesgo de apatridia. De acuerdo con la Cruz Roja de Panamá, un aproximado de 15 de cada 100 migrantes sufren abusos sexuales durante su paso por la selva. Entre abril de 2021 y agosto de 2022, Médicos Sin Fronteras ha documentado 400 casos de agresiones sexuales a migrantes en el Darién.
La Organización de las Naciones Unidas ha indicado que “durante la larga travesía por la selva, los menores y las familias quedan expuestos a múltiples formas de violencia, incluyendo el abuso sexual y la explotación, la falta de agua potable y alimentos, ataques de animales salvajes y ríos desbordados”.
A pesar de esto, el número de inmigrantes que han cruzado por el Darién durante primeros siete meses del 2023 ha superado en 617 a la totalidad de viajeros que pasaron por la selva el año pasado.
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