La Fiscalía de Paraguay sospecha que el narcotraficante Sebastián Marset movilizó cocaína por USD 500 millones en los últimos cuatro años en Bolivia. Esos envíos salieron “especialmente” del país a destinos de ultramar, sostiene la investigación a la que accedió el periódico boliviano El Deber.
El narco uruguayo llegó por primera vez a Bolivia el 30 de octubre de 2018. Siguiendo al medio citado, utilizó su nombre de pila, aunque para entonces ya había estado en prisión por traficar 374 kilos de cocaína y marihuana, hecho que ocurrió unos años antes, en 2013.
El Deber tuvo acceso al expediente de la Secretaría Nacional Antidrogas de Paraguay (Senad) y a varios documentos de la Fiscalía de Santa Cruz, Bolivia. De esos escritos, se desprende que Marset utilizó al menos tres identidades distintas para pasar desapercibido en territorio boliviano y en ninguna de ellas usó documento uruguayo.
El fiscal departamental de Santa Cruz, Róger Mariaca, informó que además del delito de tráfico de sustancias controladas, se amplió la investigación por los delitos de secuestro y falsedad material. También indicó que el Ministerio Público recién tomó conocimiento de la búsqueda del narco el pasado fin de semana.
“Es conocido como el hombre de los mil rostros porque su actividad ilícita le obliga a cambiar de nombre cada cierto tiempo”, manifestó por su parte Franklin Alcaraz, especialista en narcotráfico, en diálogo con El Deber Radio.
Luego agregó que la presencia de Marset en Bolivia “es realmente una muy mala señal porque eso está diciendo que los cárteles están aquí”, al tiempo que subrayó: “Estamos ante un verdadero pez gordo”.
Paraguay colabora con Bolivia desde hace “meses”
El ministro del Interior y Justicia paraguayo, Federico González, aseguró este lunes que las autoridades de Paraguay están colaborando desde hace “unos meses atrás” con Bolivia en las labores de búsqueda del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset, quien escapó de un operativo policial el pasado sábado.
“Nosotros venimos trabajando de manera muy estrecha y cercana con las autoridades de seguridad de Bolivia sobre este caso específico, De hecho, unos meses atrás un equipo de investigación de la Policía Nacional se trasladó a Bolivia, específicamente a Santa Cruz, para coordinar acciones con la Policía de ese país”, declaró González al canal NPY.
El titular de Interior y Justicia paraguayo dijo estar en contacto con su par boliviano, Eduardo del Castillo, y aseveró que existe una “colaboración estrecha sobre este caso” entre ambos países.
Según palabras de González, el “objetivo principal” de este operativo policial desplegado en Bolivia es detener a Marset junto a los “miembros de su grupo”.
La información que manejan las autoridades de ambos países es que el narcotraficante uruguayo habría huido a la ciudad boliviana de Cochabamba, aseveró el ministro paraguayo.
Pedido de Uruguay
Por su parte, la Fiscalía de Uruguay informó este lunes que pedirá “informalmente” a las autoridades de Bolivia nueva información sobre Marset.
En diálogo con la agencia de noticias EFE, el fiscal de Corte de Uruguay, Juan Gómez, aseguró que, si bien hay un estándar formal de intercambio con la Fiscalía de otro país “que supone la intervención de un juez”, de momento la Fiscalía General de la Nación uruguaya hará una consulta directa.
Con órdenes de captura de la Europol e Interpol, Marset es también requerido por la Justicia en Brasil y Paraguay y por la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés).
Las autoridades bolivianas han desplegado varios operativos para capturar al narcotraficante uruguayo buscado en varios países y que manejaba un equipo de fútbol en la segunda división de Bolivia, informó este domingo el ministro de Gobierno (Interior) de Bolivia.
El ministro explicó que el sábado un policía fue secuestrado por la banda delincuencial liderada por el uruguayo, pero que fue liberado “horas más tarde” y que a raíz de eso las fuerzas de seguridad iniciaron los operativos para encontrarlo.
El despliegue policial movilizó a 250 policías que realizaron 23 operativos y 6 allanamientos, con los que se consiguió decomisar más de 16 teléfonos celulares y varios vehículos, además de deternerse a algunas personas, precisó el ministro boliviano.
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