(Desde Montevideo, Uruguay) Con el cambio en el gusto del agua que sale de los grifos de Montevideo y sus alrededores, los uruguayos modificaron sus hábitos de consumo. Solo un 6% sigue bebiendo el agua de OSE –la empresa pública encargada del suministro– y creció la compra de botellas y bidones.
Ese incremento encendió las alarmas en las intendencias de Montevideo y Canelones, porque también creció la cantidad de envases plásticos en las recolecciones diarias. Entre el 20 de mayo y el 4 de julio, en la capital uruguaya se recolectaron 24.310 kilos de residuos reciclables, según datos informó la revista Búsqueda el jueves 13.
En Ecocentro Buceo, uno de los puntos de acopio de residuos reciclables, se triplicaron los kilos de plásticos recibidos, al pasar de 200 envases mensuales a 600.
A su vez, el procesamiento del plástico que comúnmente se usa en envases y botellas incrementó un 40% si se comparan los datos de mayo de 2022 con los del mismo mes de 2023 en las plantas de Montevideo y Canelones. Ese porcentaje representó un aumento de casi 14.000 kilos en las plantas de Montevideo y Canelones.
Otra consecuencia directa del déficit hídrico es el aumento en las solicitudes de registros de pozos para obtener agua subterránea. Entre mayo y junio, los pedidos se duplicaron y aumentaron un 40% en lo que va del año, comparado a 2022, según los datos publicados por ese medio.
Ante el aumento de los cloruros y de sodio en el agua del suministro público, los pozos de agua son una fuente alternativa del recurso tanto para organismos del Estado como para particulares.
La mayoría de quienes solicitan registrar un pozo de agua afirman que tiene como destino el uso agropecuario (para darle de beber al ganado o para usar en los tambos). El uso industrial, principalmente de alimentos y bebidas, es el segundo motivo para registrar los pozos. Le siguen el riego, el consumo humano y el uso doméstico.
Las empresas privadas del rubro cobran unos US$ 5.000 por hacer las perforaciones (cada metro cuesta alrededor de US$ 110) y, en la crisis hídrica, trabajan como si fuera zafra. “Es un precio elevado para una familia, por eso la mayoría de nuestros clientes siempre han sido productores rurales o empresas”, dijo el director de Agroagua, Freddy Rodríguez, en declaraciones a Búsqueda.
La zafra del rubro era entre los meses de septiembre a abril y el trabajo mermaba durante el invierno. Pero este año la temporada alta pasó y continuó un pico de consultas de interesados en hacer un pozo en la casa.
Una “broma” con Alberto
Aunque en el gobierno consideran que el “pico” de la crisis quedó atrás, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou fue cauto al referirse a la crisis del agua en el país. “Estamos en una situación compleja. No se puede cantar victoria”, dijo el mandatario en una rueda de prensa este jueves.
“Tiene que llover. Hoy tenemos mejores registros que hace un tiempo y esto se va a mantener. No está la batalla terminada ni cerca”, agregó Lacalle Pou.
Consultado sobre si habló con el presidente Alberto Fernández, tras los comentarios del argentino, respondió: “Hicimos alguna broma”.
En la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner, Fernández dijo que en Montevideo “abren las canillas y el agua no sale”. Al día siguiente, Lacalle Pou le respondió que sus dichos podían ser “por ignorancia”. “Puede leer en internet”, le contestó el mandatario uruguayo a través de los medios.
Este jueves, en referencia a los acuerdos entre países, Lacalle Pou dijo que “puede tener diferencias puntuales” con Fernández respecto a algunas decisiones sobre los tratados internacionales. Y agregó: “Uno no puede poner mayor o menor afinidad personal en lo que hace a un país. Y menos diferencias ideológicas”.
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