Con motivo de la gira que el presidente de Chile Gabriel Boric realiza por Europa, aprovechó su paso por el continente para presidir el encuentro “Chile, memoria y futuro”, un acto de conmemoración por los 50 años del Golpe de Estado que se celebró en la Casa América de Madrid.
En medio del acto, el Presidente entregó reconocimientos a artistas como Joan Manuel Serrat, con quien sostuvo un conversatorio, y el ex juez Baltasar Garzón.
“No hemos encontrado todavía toda la justicia, pero lo que hizo usted le dio una esperanza no solamente a los chilenos, sino a todo el mundo, y que fue que puede haber justicia y vale la pena siempre seguir luchando por ella. Muchas gracias, Baltasar”, le dedicó el mandatario chileno y le entregó una medalla.
Garzón fue el juez español que emitió una orden de captura internacional contra Augusto Pinochet en 1998 y buscaba procesarlo por los asesinatos de varios ciudadanos españoles ocurridos durante la dictadura en Chile. Pinochet, quien estaba en Londres al momento de su detención, pasó casi dos años en Inglaterra hasta que el ministro del Interior británico ordenó su liberación por razones humanitarias. Ese arresto domiciliario en Inglaterra es lo más cerca que el dictador chileno estuvo de la cárcel.
Pero el reconocimiento de Boric a Garzón no cayó nada bien en la derecha chilena. Tanto, que el secretario general de Renovación Nacional, el diputado Diego Schalper, anunció que pedirá que la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados cite al canciller Alberto Van Klaveren para dar explicaciones.
El Ministro de Relaciones Exteriores, de todas formas, tuvo que explicar esto en medio de la gira. Aclaró que lo que se le entregó a Garzón no era una condecoración. “Chile tiene dos condecoraciones: una de ellas es la orden al mérito y la otra es la orden Bernardo O’Higgins. En este caso fue un reconocimiento, una medalla que por lo demás se le entregó a Joan Manuel Serrat y que en el futuro con motivo de la conmemoración (del Golpe) se le entregará a otros artistas y juristas”. El canciller añadió que se trató de una decisión presidencial.
Provocación
En la derecha han calificado este hecho como “una provocación”, considerando que Garzón se mostró a favor de la histórica reivindicación marítima de Bolivia. Y, aunque Evo Morales le propuso integrar el equipo que litigó la demanda que Bolivia perdió en La Haya, el jurista declinó la oferta. El propio Alberto Van Klaveren lideró la defensa de Chile.
También se critica el hecho de que Baltasar Garzón haya sido condenado a 11 años de inhabilitación por la Audiencia Nacional de España por prevaricación dolosa.
En una conversación radial, el presidente de la UDI, Javier Macaya, aseguró que esta “condecoración… yo creo que ofende por lo menos a una parte de Chile”.
Los diputados UDI Cristián Labbé y Gustavo Benavente dijeron que Boric “al parecer, tiene una fijación para indultar a delincuentes, por lo que vamos a hacer una protesta formal ante la Cancillería ya que la Presidencia de la República debe actuar en función y en beneficio del país y no para gustos personales de quien habita el cargo”.
El diputado Labbé, por cierto, es hijo de Cristián Labbé, quien fue agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (la temida DINA) en tiempos de la dictadura y ha sido condenado por diversos casos de tortura y violaciones a los derechos humanos.
Desde Bruselas, Gabriel Boric aseguró que no busca imponer una verdad oficial sobre el Golpe. “Lo que yo he planteado y reitero es que todos convengamos, independientes de las grandes diferencias políticas que podamos tener, de los desacuerdos que podamos tener, que nada, pero absolutamente nada, justifica violar los derechos humanos de nuestros adversarios políticos, de quien piensa distinto, de cualquier persona en nuestra patria”, afirmó. Y añadió que lo que buscaba con el reconocimiento a Garzón era reconocer su trabajo “en contra de la impunidad”.
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