Hasta las 23.59 horas de hoy las bancadas representadas en el Consejo Constitucional, el segundo intento por cambiar la Carta Magna que se escribió bajo la dictadura de Augusto Pinochet, tienen plazo para ingresar las enmiendas para modificar el anteproyecto redactado por la Comisión de Expertos.
Una vez cumplido el plazo, la opinión pública sabrá qué es lo que los integrantes del Consejo buscan cambiar del proyecto elaborado por los especialistas y qué es fruto de un acuerdo transversal.
Aunque no es ninguna sorpresa, el Partido Republicano, de derecha y fuerza mayoritaria dentro de este proceso, a través de diversas entrevistas de sus representantes han ventilado por dónde va la idea de su sector, y la alianza que han cerrado con el resto de la derecha para impulsar estas enmiendas.
Luis Silva, delegado de la bancada republicana concedió una entrevista al diario El Mercurio, donde contó por dónde van las ideas de su sector.
Entre otras cosas, Silva dijo que iban a proponer la reducción de los diputados de 155 a 132. También, que pretenden eliminar la paridad de salida y reponer el nombre y las atribuciones del Tribunal Constitucional.
Y, aún más controversial, proponen una “robusta protección a la vida del que está por nacer”, como dijo Beatriz Hevia al diario La Tercera. Eso, agregó, implicará que a lo largo de la Constitución se especifique que “persona es todo ser humano”. En cuanto a los tratados internacionales de Derechos Humanos, los republicanos proponen que la Constitución está por sobre los tratados internacionales. “Chile tiene soberanía, por tanto, para empezar es dueño de las decisiones que va tomando y no debería haber organismos externos que nos vengan a imponer una visión”, dijo Hevia, quien además es presidenta del consejo.
¿Pacto transversal?
En la izquierda miran con preocupación lo que sucede con la ofensiva republicana. Y desde ya han anunciado que esas indicaciones hacen poco viable apoyar el texto.
“Evidentemente que con este tipo de enmiendas no es posible abrir el camino a un pacto trasversal que habilite una nueva Constitución”, dijo al mismo medio el socialista Alejandro Kohler.
La izquierda, por cierto, también prepara sus propias enmiendas. Aunque defienden el trabajo de la Comisión Experta, en el oficialismo pretenden avanzar en el llamado estado social y democrático de derecho, explicitar el grado de constitucional de los tratados internacionales, profundizar en derecho a huelga, que desde el frente pretenden limitar.
Una que nos una
En una carta al director publicada en El Mercurio, figuras de centro y centroizquierda que en el pasado consejo encabezaron el movimiento Una que nos una, aseguraron que la actitud de los republicanos estaría conduciendo a un nuevo fracaso constitucional.
“El año pasado, durante el proceso constituyente llevado adelante por la Convención constitucional, fuimos muchos los que advertimos que el texto que se estaba construyendo estaba dejando fuera a importantes sectores de nuestro país, que estaba entrando en esferas que le corresponden al ámbito de la deliberación democrática y que tenía falencias importantes en los aspectos orgánicos”, dice la misiva.
Pero, agregan, no fueron escuchados “por las izquierdas” y que “la centroderecha y derecha se están viendo tentados a incurrir exactamente en el mismo error que cometieron sus adversarios”.
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