(Desde Montevideo, Uruguay) En el departamento de Rocha, el este de Uruguay, los jerarcas del gobierno local no tienen su propio auto oficial. El intendente, los secretarios, los directores o cualquier funcionario público que trabaje allí tiene que agendar un día y una hora para usar un vehículo del Estado. Así, la intendencia puso en marcha el uso de un “Uber oficial”, una vieja idea que el actual presidente Luis Lacalle Pou había propuesto en campaña electoral, pero que nunca implementó a nivel nacional.
“Hay un solo ‘Uber oficial’ que recibe las llamadas de cualquier funcionario, de cualquier rango que tenga que hacer un viaje; se lo agenda, se lo lleva a destino y se lo trae”, explicó el intendente de Rocha, Alejo Umpiérrez, en el programa En Perspectiva de Radiomundo.
En total, son 13 los vehículos con los que cuenta el gobierno departamental para hacer estos traslados. Hay un “cuerpo de choferes” a disposición de los funcionarios públicos.
Este modelo implica también que los autos sean guardados en galpones municipales y no se queden en las casas de los funcionarios durante las noches o los fines de semana.
Según Umpiérrez, el sistema permitió que el gobierno departamental ahorrara un 30% del gasto de combustible y un 20% en los seguros de automóviles.
Este año, la Intendencia de Rocha comenzó a implementar otro sistema de ahorro con las licencias médicas. El gobierno departamental estableció un régimen de certificaciones por enfermedad similar al del sector privado, en el que los subsidios se pagan a partir del tercer día de licencia y desde el cuarto el funcionario solo recibe el 75% del salario.
Esta medida generó que los pedidos de certificaciones médicas disminuyeran a la mitad. “Mágicamente, las licencias bajaron de 38.000 días anuales a 16.000. Más del 50% de caída. Con el ahorro generamos fondos para implementos médicos”, escribió Umpiérrez en su cuenta de Twitter.
Umpiérrez es un dirigente del sector de Lacalle Pou dentro del Partido Nacional uruguayo.
La idea de Lacalle
Más allá de esos ahorros en Rocha, el gobierno nacional se propuso implementar un modelo similar al de Uber, en el que los funcionarios tengan que pedir sus coches oficiales a través de una aplicación.
Durante la campaña electoral de 2019, que lo llevó a la Presidencia, Luis Lacalle Pou propuso crear “una especie de Uber de autos oficiales”. La idea era no asignar ningún auto a un funcionario sino que un mismo vehículo atendería las necesidades de varios, explicó en su momento el coordinador de su equipos técnicos y actual ministro de Educación, Pablo da Silveira, en el programa Todo Pasa de Océano FM.
La idea era reducir la flota de vehículos oficiales, que se había multiplicado por cuatro en los últimos años del gobierno del Frente Amplio. “Hay una cantidad enorme de autos que están subutilizados. Uno pasa por delante de la sede de un ministerio y ve cuatro o cinco camionetas paradas la mayor parte del día”, justificó el asesor de Lacalle Pou.
Al comienzo de su gestión, la Dirección Nacional de Energía del Ministerio de Industria comenzó a trabajar en el diseño de ese modelo, pero aún no se implementó. Sin embargo, la flota oficial de vehículos en Uruguay siguió creciendo y el año pasado se acercó a las 16.900 unidades, según datos oficiales informados por Búsqueda en febrero. El año anterior habían sido casi 16.400. El salto más grande en la cantidad de unidades se dio entre 2017 (14.714) y 2018 (16.047).
En total, la flota oficial gastó en combustible, durante 2022, 57 millones de litros, un promedio 3.351 por vehículo.
Esa nota recuerda que cuando asumió como presidente, Lacalle Pou se comprometió a cuidar los “pesos chicos”. “Los grandes se cuidan solos. Yo tengo ese compromiso, el respeto al contribuyente. Es inentendible que Uruguay tenga 15.000 vehículos. Vamos a tener menos flota oficial. Voy a ser riguroso en eso y los ministros lo saben”, declaró a El Observador el presidente uruguayo.
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