(Desde Montevideo, Uruguay) Aunque todavía está en marcha y resta alcanzar a un 25% de la población, se conocen resultados primarios del Censo 2023, que lleva adelante el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de Uruguay. La gran duda a despejar es si los uruguayos seguirán siendo 3,5 millones, aunque la información preliminar indica que el nuevo dato de población no sorprenderá.
Los censistas ya estuvieron en unos 1,4 millones de hogares, en los que viven más de 2,5 millones de personas, lo que representa un 75% del territorio a visitar. En 40 localidades del interior del país ya se finalizó el trabajo y ahora el INE está en una fase de ajuste, que implica trasladar censistas hacia los pueblos o ciudades que quedaron relegadas.
A partir de los primeros datos procesados se puede concluir que hubo un crecimiento “importante” de algunas localidades, según dijo el director del INE, Diego Aboal, al programa Todo un País, de Radio Carve.
Ciudad del Plata, ubicada en el departamento de San José a 30 kilómetros de Montevideo, tuvo un “crecimiento explosivo” en su población. Este aumento se explica por personas que trabajan en la capital, que se instalaron en ese lugar y viajan todos los días.
“Es parte de la zona metropolitana, que estamos acostumbrados a que incluya parte de Canelones, pero también se está extendiendo a San José”, indicó Aboal. El número final de la población de esta zona será sorpresivo.
Otro cambio de tendencia que reflejará el censo será cómo se trasladó la población uruguaya dentro del país, un movimiento que lo convierte en una suerte de “cáscara”. “El mapa de Uruguay en términos de densidad poblacional va a cambiar y va a ser uno de los elementos más interesantes”, dijo el director del INE.
El resultado final reflejará una “polarización” de la población del país –más marcada que en censos anteriores– que se concentrará en las zonas costeras del sur y el sureste e, incluso, en la frontera norte.
“El país se parece cada vez más a una especie de cáscara, donde los bordes pasan a ser más densos y las zonas centrales menos densas. Eso está más marcado hacia el sur y se va a confirmar con los datos que vamos a estar viendo en breve”, anticipó Aboal.
Así como los habitantes de algunas ciudades como Canelones y Maldonado aumentarán, habrá otros pequeños pueblos que perderán población.
El censo probablemente concluya que la cantidad de uruguayos no creció “demasiado” sino que hubo una “migración interna” en el país.
Aboal dijo que el trabajo de los censistas en Canelones tuvo algunas dificultades adicionales por lo variado que es ese departamento, el más cercano a Montevideo. “Es uno de los más complejos de relevar en un censo”, sostuvo el funcionario.
Canelones tiene “todos los contextos” en su territorio, desde su ciudad capital, hasta los balnearios –que se han convertido en lugares de residencia permanente– y las zonas rurales, que, según detectó el INE, concentra el 25% de la ruralidad del país. Además, en los últimos años han aumentado los asentamientos del departamento.
En general, las respuestas de los cuestionarios en las zonas rurales han sido más bajas porque los “desafíos son más grandes” para los censistas. El INE buscó apoyo en la policía rural uruguaya, que tiene un mayor conocimiento de esos lugares.
El instituto estima que entre finales de julio y agosto la parte principal del censo estará terminada. En ese momento, deberá concentrar el trabajo en áreas específicas que hayan quedado para atrás. En septiembre se presentarán los datos preliminares.
Antes de que los censistas comenzaran a hacer los cuestionarios en forma presencial, Uruguay implementó un sistema digital que tuvo la cifras de respuesta más alta de América Latina: el 54% de la población contestó bajo esa modalidad.
El último censo en Uruguay fue en 2011.
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