En qué países de América Latina se vive mejor con el salario mínimo

Muchos factores inciden en la calidad de vida además del nivel de ingreso en una región donde sueldos y desarrollo humano no van siempre de la mano

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El salario mínimo en América Latina ha tenido avances; sin embargo se espera un crecimiento aletargado para 2023. (Andina).
El salario mínimo en América Latina ha tenido avances; sin embargo se espera un crecimiento aletargado para 2023. (Andina).

El impacto del salario mínimo en la calidad de vida en América Latina juega un papel importante; sin embargo, también influyen otros factores como el acceso a la salud, la vivienda, la educación y los servicios, o la composición de la canasta básica. Por eso en algunas naciones tanto el ingreso como el desarrollo social van de la mano y en otras hay asimetrías importantes.

Pese a la recuperación económica en el mundo tras la pandemia de covid-19, América Latina presentará un crecimiento bajo y lento, de acuerdo con las estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la CEPAL. Eso repercutirá en los bolsillos de millones de personas en la región y afectará la forma en que accede a mejores condiciones laborales y de vida.

Pese a contar con políticas públicas enfocadas a remediar el problema, estos organismos identifican que los principales retos en América Latina son la creación de empleo, la inversión en el área educativa, la inestabilidad social y la protección a los grupos vulnerables. Mantener a flote el salario mínimo se volvería así una prioridad.

Salario mínimo vs. desarrollo humano

El salario mínimo de un país influye en el nivel de calidad de vida y en el índice de desarrollo humano (IDH). Este indicador, calculado en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se enfoca en determinar cómo progresa cada nación en materia económica y social.

El trabajo con salario mínimo competitivo se ha vuelto una pieza clave para aumentar el índice de desarrollo humano. (Andina)
El trabajo con salario mínimo competitivo se ha vuelto una pieza clave para aumentar el índice de desarrollo humano. (Andina)

En algunos casos los ingresos se corresponden con el IDH como en Costa Rica, cuyo salario mínimo de USD 603 mensuales lo convierte en el país mejor remunerado de la región, de acuerdo a las estimaciones de Statista y Bloomberg. La relación es directa entre los ingresos y el desarrollo humano definido en un nivel “muy alto”, conforme al PNUD y su informe regional de 2021.

El segundo lugar en la lista de los salarios mínimos más competitivos lo obtiene Uruguay, con USD 540, y un IDH también “muy alto”. Chile se perfila como el tercero, con USD 475, y Ecuador como cuarto, con USD 450; ambos tienen un IDH “alto”. Guatemala, con USD 403, se asegura un lugar medio en el mapa del PNUD, pero con el uno de los rangos más bajos en desarrollo humano.

Venezuela está en el fondo de la tabla con USD ocho al mes; su IDH es alto. El patrón se repite en Argentina, penúltimo país de la lista que aparece con USD 189, uno de los salarios mínimos más bajos de la región; sin embargo, su IDH es “muy alto”. La disparidad entre ingresos y desarrollo en estos dos países llama la atención de distintas organizaciones mundiales. En el caso argentino se ha registrado un mayor acceso a la salud: por ejemplo, es uno de los pocos estados en los que se aplica la vacuna contra Virus del Papiloma Humano (VPH) en niños. El resto de naciones carecen de un esquema de vacunación de este tipo. Esto aumenta la calidad de vida frente a otros territorios con mayores ingresos, según el BID.

Como ejemplo de la disparidad mencionada, México tiene un nivel “alto” de desarrollo humano pese a ganar USD 325 en el salario mínimo. Una de las principales es la pobreza extrema en 249 municipios debido a la centralización de la economía en las principales urbes, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Le siguen Perú, con ingresos de USD 269, y Brasil, con USD 250; ambos comparten el IDH mexicano. Colombia, con sueldos de USD 242, rompe la regla al tener un desarrollo “alto”.

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) en los países de América Latina pueden variar pese a contar con un salario mínimo competitivo. (Captura de pantalla/PNUD).
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) en los países de América Latina pueden variar pese a contar con un salario mínimo competitivo. (Captura de pantalla/PNUD).

El panorama de la región es uno de los más desalentadores en medio de un aumento inflacionario. La estimación del crecimiento económico en América Latina es del 1.3% para el 2023 debido a la desigualdad elevada, las instituciones débiles y la pobreza creciente. En general, los países del centro y el sur sólo crecerán un 1%, de acuerdo con la CEPAL.

Ante la reducción del crecimiento económico

Existen varios factores en la desaceleración económica de América Latina. La inestabilidad política y social es una de las causas principales, pues algunos países de la región han experimentado conflictos que generaron incertidumbre y ha afectado la inversión exterior, de acuerdo con la OCDE.

La organización también señala la importancia de abordar estos desafíos a través de reformas estructurales y políticas públicas efectivas. Estas reformas pueden incluir medidas para fortalecer el estado de derecho, fomentar la transparencia y la rendición de cuentas, promover la inversión en infraestructura y mejorar la educación y la capacitación de la fuerza laboral.

Además de la creación de empleos, combatir la desigualdad es la principal acción a tomar que recomienda la CEPAL. (Andina).
Además de la creación de empleos, combatir la desigualdad es la principal acción a tomar que recomienda la CEPAL. (Andina).

Al abordar estos aspectos, los países de América Latina pueden sentar las bases para un crecimiento sostenible y una mejora continua en la calidad de vida de sus ciudadanos. Una de las prioridades es el fomento a salarios más altos, cuyo impacto positivo permitiría a las personas costear los productos de la canasta básica y el acceso a la salud.

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