El Parlamento de El Salvador aprobó este martes la decimosexta prórroga del estado de excepción decretado en marzo de 2022 para combatir a las pandillas.
La extensión con 67 votos a favor, nueve en contra y tres abstenciones, se da en medio de discusiones entre el partido oficialista, Nuevas Ideas, que defiende el aumento de la seguridad en el país, y la oposición, que ha criticado las violaciones de Derechos Humanos, según el diario salvadoreño El Mundo.
Además, la oposición ha reclamado la creación de una comisión de torturas en las cárceles, así como investigar las muertes de pandilleros y las detenciones arbitrarias de personas inocentes.
Por su parte, el Gobierno ha argumentado que es “imperante continuar la guerra contra las pandillas” por la “reiteración de hechos delictivos y la reacción violenta de remanentes de las estructuras criminales”.
Durante el período del estado de excepción, el Gobierno salvadoreño queda capacitado para suspender ciertas libertades y garantías para facilitar despliegue de militares y policías en las calles y en los municipios donde ocurrieron estos homicidios.
En concreto, esta medida permite en todo el país la suspensión del derecho de reunión, el aumento del máximo de detención de 72 horas a 15 días, la eliminación del derecho de defensa y la eliminación del derecho de no ser intervenido en las telecomunicaciones.
Naciones Unidas y organizaciones como Human Rights Watch o Amnistía Internacional han mostrado su preocupación en reiteradas ocasiones por las “evidencias graves” de abusos a los Derechos Humanos desde que se adoptó el estado de excepción el 27 de marzo de 2022.
Reelección de Bukele
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, renunciará a su cargo seis meses antes de concluir su mandato, el 1 de diciembre para ser candidato a las elecciones presidenciales de 2024.
El jefe de la bancada parlamentaria del partido oficialista Nuevas Ideas, Christian Guevara, reveló las intenciones del mandatario, quien designará a un presidente en funciones hasta el momento de los comicios, según declaró en una entrevista a la emisora peruana RPP.
“Va a renunciar en diciembre, va a designar a un designado presidencial, valga la redundancia, y esta persona va a terminar sus seis meses de mandato que le restan de los cinco que establece el período electoral y, como repito, si los salvadoreños lo escogen, va a seguir, y si no, hasta aquí llegó su mandato”, explicó Guevara.
Nuevas Ideas oficializó el pasado domingo la candidatura de Bukele para los comicios presidenciales, a pesar de la prohibición constitucional a una reelección inmediata.
Guevara sostuvo que la decisión del mandatario de renunciar a final de año se debe a que el Tribunal Constitucional determinó en 2021 que el presidente puede “optar a la reelección toda vez no ejerciera el cargo seis meses antes de concluir su mandato”. Sin embargo, este fallo fue impuesto por su partido el día en que tomaron posesión del cargo los diputados con mayoría absoluta, informó el portal El Salvador.
El artículo 152 de la Constitución recoge, entre otros, que “no podrán ser candidatos a presidente de la República el que haya desempeñado la Presidencia por más de seis meses, consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del periodo presidencial”. El siguiente artículo, el 156, recoge que “los cargos de presidente y de vicepresidente y los de designados solamente son renunciables por causa grave debidamente comprobada, que calificará la Asamblea”, sin que se mencione que sea para presentarse a la carrera por la reelección inmediata.
Según indicó la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) de El Salvador, la resolución de la Sala Constitucional “carece de legitimidad constitucional”, ya que se produjo “a pesar de que la reelección presidencial está expresamente prohibida por la Constitución, según indica el citado medio.
Bukele impulsó en los últimos meses una “guerra contra las pandillas” en la que ha encarcelado a más de 60.000 presuntos pandilleros y ha tratado de erradicar cualquier rastro que hayan dejado en la sociedad salvadoreña, incluidos mausoleos y tumbas. A pesar de la draconiana medida, las encuestas respaldan al mandatario y su estrategia de seguridad, e incluso abogan por recrudecer aún más las medidas.
Voto por rostro
La Asamblea Legislativa de El Salvador, de amplia mayoría oficialista, aprobó este martes sin debate parlamentario el voto por rostro en las elecciones presidenciales de 2024 entre críticas de la oposición, con lo que se incluiría la foto del presidente Nayib Bukele y otros contendientes en la papeleta.
La medida fue aprobada con “dispensa de trámite” por 67 de los 84 diputados del Órgano Legislativo a menos de 7 meses para los comicios y tras anular una norma que prohibía las reformas un año antes de cualquier elección.
“Se vuelve necesario brindar otra opción a fin de que el cuerpo electoral pueda manifestar libremente su voto para elegir a sus representantes, identificándolos, ya sea por la bandera del partido político que los propone o por medio de la fotografía de su rostro”, reza el decreto legislativo.
Con este enmienda al Código Electoral salvadoreño, de acuerdo con el decreto de la reforma, se estaría homologando con la forma de votación para diputados, en la que se puede votar por rostro y bandera.
La diputada Anabel Belloso, del partido opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), criticó que dicha reforma es “a conveniencia” del oficialismo.
“Están modificando las reglas electorales a conveniencia de su partido. No vengan acá con el discurso que es para ampliar los derechos de la gente en materia democrática, no les queda, si ustedes están promoviendo una reelección que es ilegal e inconstitucional”, sostuvo la legisladora.
(Con información de Europa Press y EFE)
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